De Ajo Blanco a Ajo en Boca. Conversando con Pepe Rivas
Presentación.- Invitado por la Fundación de Nuevo Periodismo que preside García Márquez, para participar de un encuentro latinoamericano sobre industrias culturales, tuve la ocasion de entrevistar a José Rivas, el artífice de Ajo Blanco. Aqui parte de la conversación que sostuvimos.En el taller has dicho que no podrías hacer Ajo Blanco en la actualidad por un sinnúmero de problemas; pero, porqué no intentarlo si las adversidades de hoy son tan fuertes como las que hubo cuando nació la revista?
El problema es que sacar Ajo Blanco exige de una creatividad constante. Requiere moverte de una realidad a otra y la verdad es que ya estoy agotado. Llega un momento que tienes que parar, rehacerte a nivel personal porque el día a día de una publicación de este tipo te va quitando perspectiva de otras cosas. Ese día a día me agotó y sentí que necesitaba tener espacio mental propio.
¿Eso podría interpretarse como que estás acumulando fuerzas para retornar a los fueros periodísticos?
Podría ser, pero en este momento estoy en un proceso creativo personal, preparando un libro sobre la transición española desde la perspectiva de los movimientos sociales. Entonces mientras no lo haya publicado, no quiero tener ningún otro proyecto.
¿No crees que hoy, en este mundo llamado posmoderno donde reina la individualidad, existe una mayor creatividad que en la época de Ajo Blanco que se ajustaba a los grandes paradigmas colectivos?
No es mejor ni peor, sino que cada momento tiene su lectura. Yo no creo que estemos en un momento posmoderno. Ese calificativo sirvió para comprobar que los dogmatismos o las utopías cerradas no conducían a ninguna parte. Eso se acaba con la caída del muro de Berlín, con la disolución de los bloques, etc. Yo creo que estamos en otro momento en el que vemos que la democracia necesita de una reformulación. No funciona la democracia representativa por partidos políticos en ninguna parte. Los partidos terminan siendo oligarquías que nos controlan a través de mensajes publicitarios, que no son otra cosa que marketing. Ese tipo de democracia no funciona. Entonces, estamos en un momento de transición de un mundo bipolar, cerrado a un mundo globalizado en el que va a haber muchos conflictos interculturales. Creo que estamos en ese momento y que aun no tiene nombre.
En ese espacio, qué papel cumple la cultura. Es agitativa como en las épocas de Ajo Blanco o es decorativa?
La cultura es el cómo vivimos, nos manifestamos, viajamos, etc. No entiendo la cultura como una cosa elitista, cerrada, con unos códigos de una disciplina determinada. Creo que la cultura es lo que nos define como hombres. Ahora, la cultura está permanentemente movimiento y que hay que hacerla asequible, abrirla a todos los debates posibles porque en realidad cada pueblo tiene su cultura y dentro de ellas hay manifestaciones distintas.
En el taller has dicho que el proyecto Ajo Blanco, que nació específicamente en España, lo podrías replicar en América latina, más no en Europa, ¿por qué?
Es que en este momento Europa es una sociedad dominada por el consumismo, con un nivel de vida muy alto. La gente está alienada y además le da vergüenza reconocerlo. No hay un debate, no hay una necesidad extrema. Supongo que con los fenómenos de la inmigración y el cambio climático que plantean nuevas problemáticas y cuestiona el sistema de desarrollo económico, ese debate se producirá nuevamente. En América Latina sí veo ese debate porque hay más contradicciones, porque el nivel de pobreza de esas sociedades es mayor que en Europa. También en América Latina las culturas marginales son mucho más poderosas y esto hace que haya muchas más diversidades y polémicas.
En el Taller has visto muchas experiencias culturales de varios países latinoamericanos. ¿Podrías hacer una primera evaluación?
Veo que hay dialogo, que nos entendemos porque los problemas, a pesar que pertenecen a países distintos, en el fondo son los mismos; por tanto, compartimos problemáticas similares. En ese escenario, abrir canales comunicativos con prensas culturales es beneficioso para el enriquecimiento de todos nosotros porque nadie tiene una varita mágica con la solución, sino que la solución está en apostar por la cultura y en los procesos democráticos.
Finalmente, el sueño que te animó publicar Ajo Blanco sigue siendo el mismo o ha cambiado en la actualidad?
Cuando nace Ajo Blanco, el sueño compartido por mucha gente era que podíamos cambiar el mundo y desarrollar un sistema social justo e igualitario. Era un sueño utópico. Logros han habido, las sociedades actuales son mucho más permisivas y tolerantes de lo que eran hacer treinta años. Ha habido una revolución de las mujeres, de los movimientos homosexuales, una puesta al día de los movimientos ecologistas, una apertura de las tendencias estéticas; es decir, ha habido una liberalización de costumbres cotidianas muy importantes en todo el mundo. Esto es muy bueno. Mi sueño ahora es ahondar en los procesos democráticos para que no sólo se tenga en cuenta las mejoras económicas de las sociedades sino la calidad de vida de los seres humanos.