TEORÍA DEL VALOR PUBLICO (VI): ¿QUE TIPO DE GESTOR SE PROPONE? 

En nuestro país no hay una política pública en la determinación de que gestor queremos.  Me permito decir ello, por ser muy crítico y pensar: SERVIR no ha establecido realmente un perfil técnico del ciudadano y profesional que deberá ocupar cargos de responsabilidad, pues esos perfiles que salen en sus convocatorias, muchas veces son llenados por personajes de dudosa reputación personal o profesional.  Y de esos conozco bastantes.

Así que –desde mi personal punto de vista- el perfil del gestor público que ocupa los cargos de gobierno “depende” del gobierno y de la política NOTA 1 que éste gobierno quiera establecer en un momento determinado.   Ante ello, veamos algunas alternativas existentes:

1.- Conforme al modelo weberiano:

El gestor público debe ser un funcionario técnico (profesional especializado en su área) y apolítico (apolítico en el sentido de que no sea un militante partidario en el centro de labores ni en el desarrollo de sus funciones, ni utilice el puesto público para ponerlo al servicio de su organización partidaria, de su ideología o doctrina personal.

 

2.- Conforme los diversos enfoques modernos de gestión pública: 

Hay diversas propuestas. Pero nosotros podemos referirnos -a partir de la utilidad demostrada- a dos:

2.A) Desde la propuesta de Carlos Matus de las ciencias y métodos para la acción del gobierno, el gestor público debe ser un funcionario técnico-político, es decir, un funcionario que realice un análisis técnico-político.

        El ANÁLISIS TÉCNICO debe privilegiar el logro de la eficacia y eficiencia de los objetivos organizacionales,        entendiendo “eficacia” y “eficiencia” en los conceptos que el management nos refiere.

        Y el ANÁLISIS POLÍTICO debe también privilegiar la “viabilidad política” de la propuesta que elevemos a nuestros líderes o superiores jerárquicos en la organización donde ejercemos funciones, y también verificar “la aceptabilidad social” que la misma tenga en quienes son los destinatarios finales del actuar público y estatal: la ciudadanía, la sociedad, el pueblo, o como quiera llamársele.

Aunque sea un trabalenguas, el gestor público debe ser un funcionario con olfato político en el sentido de ser el técnico que realice análisis y elabore propuestas estratégicas efectivas para el logro de las políticas públicas adoptadas por el gobierno, por el Estado. Para lograrlo, Carlos Matus desarrolló un marco conceptual denominado “ciencias y técnicas de gobierno” y su metodología rotulada “Plan Estratégico Situacional”.

2.B) Desde la Teoría del Valor Público entendemos que el gestor público debía ser un estratega, pues y con respecto a su institución debe ver y coordinar:

1.- Hacia arriba, para renegociar el mandato político y lograr una definición política de “valor”, “valioso”.

2.- Hacia abajo, para ver la situación y actuación organizacional actual (sobre todo de sus colaboradores).

3.- Hacia afuera, para ver el valor de la producción, del producto que logra la organización.

4.- Hacia dentro, para ver la situación y actuación organizacional actual (como contexto).

5.- Hacia dentro de sí mismo, para ver que la situación responda a una decisión justa, equitativa.

Pero además de estratega, el gestor público debe verificar que, paralelamente, se cumplan las tres dimensiones del valor público:    

A) Dimensión Política: Cómo gestor público debo tener bien en claro que apoyo político y legal obtendrá su propuesta de acción que estoy elaborando. De nada servirá que trabaje más de las 8 horas legalmente establecidas y presente una gran propuesta técnica, si ella chocará contra el momento político, o las creencias ideológicas de mi jefe. Por ello debo preguntarse ¿Qué expectativas (políticas) hay?                                                                                  

B) Dimensión sustantiva: Cómo gestor público deberá verificar si al alcanzar mi objetivo propuesto generaré “valor”. Me puedo esforzamos mucho por alcanzar el objetivo que ha dado mi jefe, pero ¿hemos verificado que ese objetivo es el que necesitamos para satisfacer una necesidad pública?. Por ello, como gestores debemos preguntarnos ¿Alcanzar este objetivo es valioso, es eficaz?                                                                     .    

C) Dimensión administrativa: Cómo gestor público debo hacer un análisis administrativo u operativo y ver si mi gestión es sostenible. Deberé preguntarme ¿es técnicamente viable lo que propongo?

 

Todo lo anterior nos parece algo muy complejo para coordinar, pues no estamos acostumbrados, pues no se nos ha formado para ello en la universidad, ni se nos ha capacitado para ello en el trabajo. Por ello, la teoría del valor público nos dice que todo gestor público deberá ser formado seriamente para pensar y desarrollarse idóneamente dentro de las siguientes cinco (5) tareas:

1.- Promoción emprendedora.

2.- Gestión del desarrollo de la política.

3.- Gestión del desarrollo de la Negociación.

4.- Deliberación pública y Liderazgo.

5.- Marketing público.

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NOTA 1.- Así, es conveniente esclarecer algunos conceptos de “política” que luego utilizaremos:

  1. La “política” es un concepto jurídico indeterminado, pues puede ser llenada de diverso contenido, variable, según cada circunstancia;
  2. La “política partidaria” es aquella que busca el poder para el logro de sus intereses y forma particular de organizar el mundo;
  3. La “política pública” es aquella que tiende al logro de la Agenda Pública, la cual tiene diversos puntos en acción y gestión.

 

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