Sin embargo, ¿son las escuelas conscientes que dicha reproducción cultural no se refiere solamente a valores y costumbres, por ejemplo, sino que también incluye aspectos como segregaciones sociales? Pues mediante el currículo oculto, aquellos aspectos que forman parte de un proceso de aprendizaje no reconocido, las escuelas no solamente reproducen, sino que mantienen una serie de elementos culturales de una clase dominante.
A partir de estudios realizados en contextos escolares, Henry Giroux reconoce la lucha social y de clases que se libra, por los intereses que los grupos manejan, donde los docentes y los alumnos tienen la posibilidad de resistir las prácticas sociales dominantes. Pero la resistencia no es el fin de la acción, sino un hecho en el cotidiano de las escuelas. La parte pedagógica (aunque el término en este caso no sea del todo preciso) trata acerca del involucramiento de los docentes en la contestación y la lucha en contra del carácter tradicionalista y reproductivo de las escuelas públicas, principalmente, donde la ideología dominante se perpetúa y justifica. Y es que desde la perspectiva de Giroux, el fracaso escolar sucede por responsabilidad de la sociedad y de la organización que la respalda (en este caso, la escuela). Paralelamente, la escuela es considerada también como el espacio para la transformación y el cambio de las sociedades mediante la resistencia y la lucha de clases.
Y es que Giroux establece la importancia que los grupos oprimidos encuentren una posibilidad transformadora, a través de una “teoría de participación o agenciamiento humano” y que bajo una producción cultural, se desenvuelva un medio activo y progresista siendo parte de la inmensa transformación de las sociedades.
Otro interesante aspecto que trata Giroux, se refiere a las políticas globales educativas influenciadas por la banca, donde los docentes son objetos de reformas educativas que homogeneízan un mundo heterogéneo mediante la reproducción del grupo dominante. El profesor queda reducido al rol del técnico encargado de ejecutar dictámenes y objetivos decididos por expertos ajenos a la realidad cotidiana de la vida en el aula.
Aunque creo que es necesario destacar que cuando menos en nuestra realidad latinoamericana, el docente ha asumido su rol de “herramienta” o “técnico” en lugar de agenciarse una visión profesional de sí mismo, qizá, a causa del discurso de la “mística del docente” que terminaría por otorgar un autoconcepto que no le permite verse a la par que cualquier otro profesional, de modo que se he dejado llevar por el conformismo.
Giroux reclama del maestro que como profesional con conciencia social debería convertirse a sí mismo en un intelectual transformativo, en un agitador social con una concepción del mundo transformadora y con un conocimiento de toda la ciencia, cultura y tecnología moderna en beneficio de la transformación de las sociedades en función a una mejora con un rumbo consciente y planificado.
p.d. Obviamente, no solo las escuelas son elementos reproductores, otros elementos de la sociedad, principalmente la familia, también se encargan de perpetuar la ideología de la clase dominante.
¿Quieres averiguar más acerca de Giroux y la Teoría de la Resistencia?
Teoría y resistencia en la Educación. Por Henry Giroux (Libro en línea)
Resistencia y currículo poculto por Georgina Flores García.
Página web de Henry Giroux (en inglés)
Giroux y la pedagogía de los tiempos nuevos
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