1.- Determinación de los aprendizajes generales y específicos, ya sea que el modelo educativo esté basado en competencias, capacidades o incluso objetivos de aprendizaje.
2.- Definición de los criterios de evaluación. Tradicionalmente, estos aspectos son considerados al final y subordinados a los instrumentos que se utilizan para evaluar. Sin embargo, el sentido natural sería fijar criterios para evaluar el aprendizaje y luego, determinar los mejores medios para hallar dichas evidencias. Así no se subordina la evaluación al medio, sino al fin.
3. Establecer los productos en los cuales se identificarán las evidencias del aprendizaje.
4.- Planificar las actividades necesarias para que la persona logre desarrollar exitosamente tales productos
5.- Determinar los recursos educativos necesarios para llevar a cabo todas las actividades.
6.- Establecer los componentes temáticos, por ejemplo, que son necesarios para la adquisición del aprendizaje. Cómo se observa, en este modelo se busca que el diseño del programa educativo esté en función del aprendizaje esperado y no del contenido.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.