Archivo por meses: septiembre 2009
Open Course Ware
En el caso de la educación, How to Learn (Almost) Anything nos presenta una revisión de los impactos que la revolución digital ha producido en las formas en que aprendemos y cómo hoy es casi posible aprender de todo; Un/Homeschooling examina los enfoques nuevos y en progresiva expansión sobre el aprendizaje y el estudio no formal y en el propio hogar. En otras disciplinas, podemos encontrar OCWs muy interesantes como Nine Lessons Learned about Creativity at Google, de la Stanford University, nos ofrece un conjunto de podcasts con ideas e iniciativas para promover la creatividad y la innovación; Brain Plasticity during Learning and Memory explora cómo la plasticidad de las conexiones neuronales contribuyen al aprendizaje y la memoria; y muchos open course ware más. Sólo es cosa de buscarlos.
Hosting gratuitos
Cuando usted se traslada del hogar al centro de estudios, al lugar de trabajo o a la casa de un colega, podría llevar en una memoria USB todos los documentos, textos y programas que requiera. Sin embargo, un hosting le permite subir dichos archivos en el lugar A y luego descargarlos desde el punto B; así de fácil. Incluso, que una persona sea quien los suba al hosting y otra persona quien los descargue.
Existen muchos servicios gratuitos de hosting. Dos aspectos son básicos para elegir uno de estos servicios: el espacio brindado y el tráfico permitido. El espacio que un hosting ofrece se mide en Mb o megas (50 Mb, 100 Mb, 200 Mb, 500 Mb 1Gb, etc.) El tráfico se mide por la cantidad de megas descargados en un mes (1Gb, 5 Gb, 10 Gb, 20 Gb, etc.). Combinar adecuadamente espacio y tráfico disponible depende de las nececidades que tengamos. Algunas personas requieren bastante espacio para depositar archivos que luego descargarán una o pocas veces; por ejemplo, cuando vamos a otra localidad y usaremos varios archivos de gran tamaño (documentos y videos). Otras personas necesitan estar enviar pocos archivos pero a muchas personas (un profesor a sus alumnos). Aun habrá quienes con diferentes frecuencias transfieran archivos de distintos tamaños a ser descargados un número variable de veces cada mes. ¿Cuáles son sus necesidades? Un servicio óptimo sería aquel que nos brinda un espacio mínimo de 1 Gb para almacenamiento y un tráfico superior a los 20 Gb al mes. Y una alternativa ideal sería un hosting con espacio y tráfico ilimitado.
Algunos de los servicios gratuitos de hosting más conocidos son divshare, rapidshare, transferbigfiles o megaupload. Aquí les referimos otros, no tan conocidos, que se pueden considerar en la categoría de hostings óptimos e ideales: teradepot, frostupload, qdrivenet, yourfilelink, filehostingorg, boxstr, upload o turboupload.
Presencial y a distancia
Los términos “presencial” y “a distancia” se han considerado tradicionalmente como condiciones dicotómica, independientes, incluso contrapuestas. La educación presencial era aquella que se daba en los “centros educativos” en contacto directo, “cara a cara”, con el profesor. Por su parte, la educación a distancia ocurría cuando el estudiante tomaba contacto indirecto, a través de materiales impresos, textos, separatas u otros, con el profesor o autor de tales contenidos, que no se hallaba presente mientras el alumno estudiaba o aprendía. Como esta situación no era de garantía plena, el modelo incluía al tutor quien eventualmente o periódicamente podía atender las consultas y orientar las actividades del estudiante.
Con la difusión de las tecnologías de información y comunicación (TICs) soportadas en medios digitales y redes de computadoras, tienen mayor uso los conceptos de sincronía y asincronía y de presencialidad diferida en el tiempo o en el espacio, incluso en tiempo y espacio a la vez. Ello amplió las posibilidades y variantes para estudiar y aprender. Presencialidad y distancia no son condiciones dicotómicas ni dos caras de una misma moneda. Tampoco son los extremos de un mismo continuo. ¿Cómo se podría aprender si profesor, contenidos, recursos, experiencias, etc. no están presentes? El concepto estático, fijo, rígido de presencialidad, aquel del siglo pasado, es hoy obsoleto. Debemos construir un concepto nuevo, que converse de modo dinámico, flexible con las variantes y grados de distancia.
Hoy, se habla de “ubiquidad” para llamar la atención sobre el hecho de que cualquier estudiante o profesor puede “estar” casi a la vez en cualquier lugar, tener acceso a infinidad de contenidos y recursos, y desde cualquier punto del mundo. Por poblado o remoto que sea, siempre habrá un punto de acceso cercano, al alcance de la mano, para estar conectado, para estar “presente” donde y con quien uno quiera. Casi no hay lìmites, las distancias se reducen a su mínima expresión; el mundo físico es hoy un mundo plano. Sin embargo, hay otras distancias -no físicas- que están pendientes de resolver. Nos referimos a las distancias cognitivas, psicológicas y culturales que existen entre personas, grupos e instituciones.
La brecha digital basada en limitaciones en el acceso a la red, es un problema que cada día se reduce o atenúa más. Con ello, se han hecho más notorias otras brechas o distancias. La diferencia o distancia en las habilidades y capacidades cognitivas para pensar, razonar, entender, que antes sólo podían verse al interior de un aula de clases, hoy se han extendido e incrementado con las múltiples posibilidades de comunicación e interacción que brinda internet; se presentan entre toda clase de personas. Igual sucede con las características personales, anímicas, emocionales y actitudinales; la capacidad y disposición para vivenciar nuevas experiencias no son compartidas por todos. La dimensión cultural no escapa de esta realidad. Las culturas de antes, precisamente ubicadas y definidas, hoy se multiplican cotidianamente intercambiando identidades, modelos, valores, haciendo más difícil y complicado el desarrollo de los grupos y las instituciones.
Presencialidad y distancia, tecnlogías de información y comunicación, educación y brechas son conceptos y factores que deben analizarse de modo vinculante, pues las opciones que se asuman en unas repercute o condiciona a las otras. Sigue leyendo
Recursos educativos abiertos
A fines del siglo pasado, el MIT (Massachusetts Institute of Technology) sorprendió al mundo de usuarios de la red, y mucho más al mundo académico, cuando puso a disposición de cualquier persona interesada los contenidos, materiales y recursos de muchos de sus programas y cursos bajo la iniciativa OpenCourseWare. El Open Source Software es otro hito de vital importancia que fue generado por un movimiento para el desarrollo de programas y aplicaciones de modo libre y socialmente compartido, no propietario ni sujeto a una marca o empresa. Hoy, los recursos educativos abiertos son una alternativa valiosa e interesante para brindar un impulso decisivo a la educación en cualquier lugar del mundo. Debe tenerse muy presente que el desarrollo de tecnologías, plataformas y servicios no resuelve el problema educativo, son sólo ayudas para resolverlo. Un factor clave es la producción de contenidos con valor educativo, que promuevan o faciliten aprendizajes. Sin éstos contenidos producidos, no habrán recursos educativos abiertos.
Les invitamos a compartir una mesa redonda sobre el tema, organizada por la Universidad Politécnica de Madrid, con la participación de Andy Lane, Open University; Juliá Minguillón, Universidad Oberta de Cataluña; Pedro Pernías, Universidad de Alicante; y Manuel Fernández de Villata, IE Business School. También se puede descargar el audio de la sesión en formato mp3.
Software social y aprendizaje informal
Con el desarrollo de la web 2.0 y el software social, se generan cambios significativos en los enfoques de las personas y en los modos de actuar, participar y colaborar. Ahora, cualquier persona puede crear contenidos y ser un “autor” en la red, tener acceso a contenidos distantes, remotos, y tener un perfil público o compartido con otras personas del mundo. Las tecnologìas, aplicaciones, servicios y herramientas generadas, las versiones “beta” que aparecen todos los días y son utilizadas como propias, permiten la construcción de plataformas y entornos para el aprendizaje. Las instituciones educativas, los sistemas oficiales, no han valorado con prontitud y suficiencia la potencia y ventajas de dicha situación. Las personas individuales, los “nativos digitales” y muchos “migrantes” sí se han involucrado intensamente en el uso de estas tecnologías, se han “apropiado” de ellas y constituyen herramientas básicas para el aprendizaje informal cotidiano.
Las redes sociales, blogs, wikis, marcadores sociales, foros, chats, entre otras, son las alternativas más acogidas por miles y millones de personas. ¿Por qué no pueden constituir un soporte institucionalizado para el aprendizaje informal? Hoy podemos hablar de “entornos personales de aprendizaje”. Este concepto alude a la auto-construcción de plataformas virtuales para tener acceso a los recursos y contenidos requeridos para estudiar y aprender y donde es posible contactar “profesores informales”, espontáneos, ocasionales y colaborativos que comparten necesidades e intereses de aprendizaje. Los espacios virtuales de origen institucional, por ejemplo soportados en Moodle y otras aplicaciones similares de e-learning empiezan a perder vigencia o se reorientan a escenarios más limitados. Queda por resolver el asunto de los contenidos pertinentes y significativos, aquellos que verdaderamente promuevan y contribuyan al logro de aprendizajes según quienes lo desean o necesitan.
Sugerimos revisar el artículo “Social Software as a Tool for Informal Learning” de Nina Kahnwald (Technical University in Dresden)
La Educación Expandida
¿Cómo usamos el PowerPoint?
Edward Tufte, en su libro-ensayo “The Cognitive Style of Powerpoint” (2003) sostiene que el formato y plantillas “pre-elaboradas” de este programa tan popular casi siempre debilita el razonamiento verbal y espacial así como contrarresta las bondades del análisis estadístico. No se puede sustituir la lógica de una argumentación, el análisis de factores, la explicación de un proceso complejo con una lista de ítemes, en secuencia “lineal”, aunque estén adornados con coloridas viñetas o dibujos atractivos. Para el expositor común y corriente resultaría muy complicado, sino imposible, dar el salto del modelo “lineal” al “hipertextual”, interactiva y social de la web de hoy.
Dos conceptos claves aportados y trabajados intensamente por la psicología y otras disciplinas son los estilos cognitivos y los estilos de aprendizaje. Ellos aluden a las “preferencias” o características personales predominantes para pensar, entender, comprender y para estudiar, aprender. Aunque tienen elementos comunes, estos estilos nos muestran más bien la diversidad al interior de las personas que se pone de manifiesto o entra en juego cuando asistimos a una conferencia, una clase, una charla o una conversación “mediada” por una presentación con diapositivas tipo “powerpoint”.
Muchas veces, la presentación es sólo una ayuda para el expositor y no para la audiencia. Los contenidos de las diapositivas se convierten en “una solución” para que el presentador no se olvide lo que tiene que decir, pero raras las oportunidades en las que sirven como una ayuda para explicar o trasmitir un argumento o una información. Preparar una presentación con diapositivas, usando o no el powerpoint, implica en primer lugar pensar o tener en cuenta los estilos cognitivos y estilos de aprendizaje del público al que va dirigida nuestra exposición, clase, conferencia o charla. Olvidar esto es fatal.
Aquí les mostramos dos ejemplos de presentaciones. Saque usted sus propias conclusiones.
La tecnología hace que los niños escriban mejor, no peor
“Cae otro de los grandes mitos de los detractores de la tecnología: el que afirmaba que los niños sometidos al uso de la tecnología y a nuevos desarrollos como el lenguaje SMS haría que perdiesen la habilidad para escribir. Un artículo de Wired, “Clive Thompson on the new literacy“ introduce, partiendo de las investigaciones de una profesora de Stanford, el concepto de new literacy: una explosión de la producción cultural y escrita nunca vista desde la civilización griega, derivada precisamente del hecho de que los niños actualmente escriben mucho más, pasan mucho más tiempo escribiendo que antes, y consideran la escritura una de sus formas fundamentales de relación.”