Plataformas virtuales y servicios de tecnología como Edu2.0, Elgg, o Ning ofrecen un potencial mayor y una utilidad más práctica y directa tanto para estudiantes como para docentes, para profesionales no-informáticos y organizaciones. En la actualidad se hacen necesarios soportes que permitan atender el aprendizaje formal e informal a la vez, que faciliten la actividad y participación personal y la contribución social. Estamos frente a una situación diferente.
Todo estudiante avanzado y cualquier profesional, independientemente de su especialidad laboral, debe ser competente para manejar y obtener provecho de nuevas herramientas tecnológicas: ya no se trata de “subir” documentos, audios o videos a un sitio web gratuito, ahora corresponde crearlos, producirlos y generar contenidos para compartirlos socialmente; no se trata de subscribirse a listas de interés y foros virtuales, más bien, toca el turno de crearlos, promoverlos y conducirlos; ya no es el caso de registrarse en una red como Hi5 u otras, sino de tener la capacidad para diseñar y crear las propias redes sociales en el marco de sus necesidades y proyectos personales, profesionales o institucionales.
Aunque muchas personas exploran y usan contenidos de YouTube, Delicious, Facebook, Google Reader, Google Docs, Slideshare, Flickr, Voicethread, Jing, Wikis, Ustream, Ning, etc., no lo hacen bajo un enfoque de aprendizaje 2.0 o aprendizaje social. Es urgente integrarlos de manera eficiente en entornos personales de aprendizaje, trabajo e interacción social. Cada persona, grupo o institución escogerá o adaptará aquellas herramientas y servicios de tecnología que sean más apropiados a sus necesidades y objetivos. No hay una receta. Las soluciones se van construyendo. También son parte del aprendizaje social.
Luis Palomino Iparraguirre