Hace 30 años ocurrió en Ayacucho una de las más sangrientas masacres que tiene recuerdo en nuestro país. Bajo la ideología de Abimael Guzmán un grupo de terroristas irrumpió en Lucanamarca y dejó a 69 campesinos muertos.

El 3 de abril de 1983, 60 senderistas ingresaron a Lucanamarca buscando venganza por la muerte de Olegario Curitomay, cansados de los abusos de los terroristas que mataban ganados y, sobretodo, a aquellos que no simpatizaran con su causa.

Los integrantes de Sendero Luminoso entraron en las viviendas de los campesinos y sin ningún miramiento atacaron a machetazos y disparos contra los pobladores,dejando 69 personas muertas.

De este total, 18 eran niños, incluido un pequeño de apenas seis meses de nacido, además de 11 mujeres, entre las que había algunas gestantes y 8 ancianos, dando cuenta de la crueldad de los senderistas

Abimael Guzmán señaló en el juicio que se le llevó a cabo que la violencia con la que se realizó dicha incursión se debió como una venganza contra la rebelión del pueblo de Lucanamarca.

Fuente: La República