Ensayo: La “cultura chicha”, la transformación de Lima por la migración andina.

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Por Nilton Quiñones

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo analizar la transformación de la cultura limeña como consecuencia de la migración andina en los últimos 60 años. Para esto se propone primero entender la migración y su racionalidad, del campo a la ciudad de Lima, que motivo las nuevas interacciones sociales, económicas y culturales. Este proceso social, dinámico, integrador y no acabado concibe lo que se conoce como la “cultura chicha”, teniendo entre otros desafíos, lograr su comprensión e integración   en la sociedad limeña y por el Estado peruano.

 

Palabras claves: Migración andina, del campo a la ciudad, cambios culturales, cultura chicha, integración.

 

En las migraciones andinas que arribaron a la ciudad de Lima desde 1950, no solo migraban personas, sino también costumbres y nuevas formas de organización social que provocaban la mutación del espacio urbano. Estas personas en su mayoría en condición de pobreza , de distintas partes del país, llegaron a la capital con sus culturas. Esto conllevo a un proceso doble: por un lado, Lima fue adecuando a estos nuevos habitantes a su ritmo y a su lógica; y, por otro, los nuevos limeños fueron adecuando Lima a sus valores, costumbres y tradiciones (Matos Mar, 1984) generando cambios en todos los ámbitos: sociales, geográficas, económicas, políticas y culturales, transformando a Lima.

Este proceso migratorio es permanente, pues de acuerdo con Golte (2003) en los años ochenta, Lima ha pasado por un escenario de cambio profundo en la estructuración de su sociedad y de la ciudad.  Por un lado, al lado de la ciudad criolla los migrantes crearon un mundo, con formas de organización desarrolladas a partir de sus culturas campesinas (más de una), barrios nuevos, y desarrollaron un sinnúmero de sistemas de producción (desde talleres, manufacturas y pequeñas fábricas), diversas formas de comercialización callejera al principio (que luego se convirtieron en centros comerciales y mercados bajo su control). De esta forma, al lado de la ciudad criolla surgió una ciudad nueva, “fuertemente entroncada con el pasado andino”.

Esta migración, no cualquiera, del campo a la ciudad de Lima ha sido motivado por distintas razones. Una de ellos es el desplazamiento interno originado por la violencia política que vivió el Perú entre el año 1980 y 2000, “era una forma de sobrevivir” y que “tomó desprevenidas a las organizaciones políticas, gremiales, sociales y al Estado”, evidenciándose que el Estado no contaba con políticas de protección, prevención, asistencia social o humanitaria” (La Comisión de la Verdad y Reconciliación,2003, p. 628).

Los factores económicos es otra de las razones, que motiva la migración interna (migrantes económicos) según Altamirano (2003). Un caso particular que destaca es la migración de las mujeres del campo a la ciudad, que conlleva a un cambio de su rol en la sociedad y su cultura en el espacio que se desarrolla.  El dinamismo, la ciudad y el campo para los migrantes (especialmente los jóvenes) se convierten en un solo mundo, que se complementa; ya que un día están en la ciudad y al siguiente pueden estar en el campo.

Entonces, para entender cómo se constituyó la “cultura chicha” en Lima según Quispe (2004) hay que entender la transformación cultural, producto de las nuevas circunstancias por las que fue atravesando Lima. Este producto de un sincretismo cultural lo experimentamos de manera cotidiana, por ejemplo la mistura de nuestra comida (como la pachamanca de tierra que se cocina en olla en la capital), la difusión de los colores fuertes en los carteles publicitarios (afiches con graficas expansivas, multicolores), etc. Donde, una de sus características es su inclusión, carácter integrador, es decir, la significante presencia de todas las culturas, sin menoscabo de ninguna. Entendido desde la teoría de la transculturización, “donde la llegada de una persona a un lugar distinto al suyo no anulaba el bagage de formación cultural previo y tampoco asumía plenamente el del lugar de destino” (Quispe, 2014, pg. 3).

La “cultura chicha” enfrenta diversos desafíos. En particular por el origen y las particularidades del perfil de los migrantes (marginados, en condición de pobreza). Asimismo, el mundo andino conlleva a sectores de la población limeña negar o a renegar de su existencia; y a “normalizar” la discriminación hacia las personas que representan la “cultura chicha”. Lo que origina la construcción de un “país paralelo, no oficial pero real” (Espezúa, 2009).

Finalmente, es importante señalar que la “cultura chicha” continua en permanente cambio, donde solo percibimos manifestaciones externas de lo cotidiano, que en el día a día se construye su suerte y devenir, Quispe (2004). Siendo la integración y su comprensión desafíos a través de los cuáles la sociedad limeña y el Estado eliminen el rechazo y la discriminación generada por el desconocimiento y la desvalorización de la “cultura chicha”.

 

Fuentes

  • ALTAMIRANO, Teófilo (2003). Del campo a la ciudad de, Revista, Universidad de Harvard.

http://www.drclas.harvard.edu/ publications/revistaonline/winter-2003/country

MATOS MAR, José (2004).  Desborde popular y crisis del Estado: veinte años después. Lima: Fondo. Editorial del Congreso del Perú, 2004, 227 pp

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