El cine nos permitió el 31 de marzo de 1999 ser testigos de un importante hito en su historia. ‘The Matrix’, ha resultado ser un fenómeno de la ciencia ficción que se ha convertido también en un elemento cultural, más allá de todo lo que ha surgido en torno a él.
El mundo como lo conocemos como una ilusión generada por ordenador, puesta ante los ojos “para ocultar la verdad”: los hombres son elementos de cultivo que proporcionan energía a las máquinas, las cuales generan una realidad virtual que distrae las mentes humanas (el mito de la caverna de Platón al revés) mientras sus cuerpos mantienen en funcionamiento a las máquinas.
Objetivo: comprender la naturaleza “real” de la existencia humana y decidir su continuidad: bien “como parte de” o bien como un ser autónomo.
Larry y Andy Wachowski, directores y guionistas del filme, crearon un universo cargado de intertextualidad y sincretismo filosófico (Lacan, Platón, Descartes, la Escuela de Frankfurt), cultural (Grant Morrison, Isaac Asimov), metafísico (el cyberpunk) y hasta religioso (cristianismo, budismo y más). Con guiños a referentes visuales en el campo del cine (Philip K. Dick y el cine de artes marciales de Hong Kong). Y con innovaciones visuales que le dotaron de atractivo. Para muestra, el ‘bullet-time photography’: 12.000 fotogramas por segundo, usada en escenas como en la ya clásica Neo esquivando las balas.
Alrededor de la franquicia (con 2 secuelas), se creó todo un referente cultural: cómics, websites, anime y videojuegos, creados para comprender todo el universo de la saga, y que ha generado fans, discusiones y hasta homenajes.
Habrá que ver que tanto más seguirá dando que hablar.