El miedo hace que los seres humanos actuemos muchas veces de manera irracional, sin pensar claro ni pensando en las probables consecuencias (incluso negativas) que para nuestro entorno y para nuestra propia vida tienen las acciones irracionales que hacemos. Creemos que el simple miedo es justificación más que suficiente para todo, incluso para justiciar lo injustificable; como por ejemplo votar por la hija de un delincuente y dictador.
La campaña electoral no se ha polarizado; porque eso implica dos polos relativamente iguales y eso no sucede. Por un lado, tenemos a una candidata que cuenta con todo el apoyo de los medios de comunicación, de los grandes grupos de poder económico y empresarial y de los “partidos políticos” tradicionales que, previa negociación de alguna dádiva o beneficio político, han salido a defender a la democracia, apoyando a la hija del dictador y ex primera dama del régimen más corrupto de nuestra historia. Por el otro lado tenemos al candidato profesor que no sabe expresarse bien, comete errores políticos que podrían costarle la elección y que, por atreverse a proponer el cambio de la constitución del dictador o proponer cambios en el sistema económico, ha recibido el rechazo de todos los grupos tradicionales de poder que apoyan, sin vergüenza y ya sin ningún tipo de pudor, a la candidata Fujimori. ¿Cuál es el miedo? ¿Qué Castillo sea el próximo Chávez? ¿Qué Perú sea la próxima Venezuela? ¿Qué se instaure un régimen comunista como en Cuba o Argentina? El miedo hace que la gente se plantee esas preguntas realmente sin sentido. Peor no es culpa de ellos, sino de aquellos que saben realmente que esas preguntas y esos miedos son infundados, pero por intereses políticos las difunden y crean zozobra entre los electores. ¿Acaso no saben que Castillo prometió y hasta juró que dejará el poder el 28 de julio del 2026, igual que la hija del dictador? Entonces, ¿por qué creerle a una y no al otro? En todo caso quien tiene antecedentes de haber pertenecido a una dictadura es la señora Fujimori, ella debería darnos más miedo, ¿no creen? ¿Acaso no saben que Perú no tiene los recursos naturales (por ejemplo, el petróleo) que, si tiene Venezuela, lo que hace imposible siquiera la comparación? ¿Acaso no saben que el comunismo nunca se ha implementado verdaderamente en ningún país del mundo? Claro que saben eso y mucho más.
En base a ese breve diagnóstico, me atrevo a afirmar que, si Pedro Castillo gana, todos esos grupos de poder económico, político y mediático estarán en su contra, sino encima de él: fiscalizando como se debe al gobierno. Pero si gana Keiko Fujimori, ¿quién la fiscalizará? No me van a decir que la CONFIEP o el Congreso y ni mucho menos el Grupo El Comercio, que prácticamente se han arrodillado ante la hija del dictador.
Publicado el 22 de mayo del 2021, en Diario Viral.