El día de mañana se llevarán a cabo las elecciones generales 2021. A diferencia de otros años en el que la mayoría de los electores decidirá su voto mientras conversa con otras personas en la fila de su local de votación, la pandemia de la Covid-19 hará que o decidamos antes o en la misma urna de votación. Cualquiera diría que estamos repitiendo lo mismo cada 5 años; sin embargo, en esta oportunidad la situación se presenta mucho más oscura y con un posible resultado pesimista.

La coyuntura no es la misma a la que estábamos acostumbrados. Durante 30 años hemos estado en piloto automático dejando que todo funcione “por gravedad”, sin mayores cambios al sistema político y ni qué decir económico. Mañana no nos estamos jugando 5 años más; está el futuro en el mediano y largo plazo. Tenemos que decidir bien. No merecemos un presidente que manifieste su odio y desprecio por las mujeres y las minorías poblacionales. No merecemos un presidente que no pueda controlar a su partido, el mismo partido que fue responsable político de la crisis que estamos viviendo. No merecemos una presidenta que ensalce la inmoralidad del régimen autoritario y corrupto de su padre. No merecemos un gobernante turista, que solo se acuerde que es peruano cuando le conviene y que seguramente desaparecerá del escenario político si pierde. No merecemos un militar populista de presidente. No merecemos un extremista de izquierda como presidente. No merecemos un cobarde que huye de los problemas personales como presidente. No merecemos un pseudo profesional que no sabe ni expresarse como presidente. No sigo porque el espacio es corto.

Finalmente, uno de los escenarios pesimistas que temo es que el ejecutivo esté en manos de un partido y el legislativo esté controlado por un partido diferente. Si bien es cierto no hay muchas diferencias programáticas entre los candidatos y candidatas que se disputan el pase a la segunda vuelta; es la actitud, personalidad y carácter de los candidatos lo que me hace temer un escenario de ingobernabilidad igual o peor al que hemos vivido desde el 2016. Recordemos la inmadurez de la señora Fujimori y su sentimiento de revancha por haber perdido las elecciones. Votemos con calma, convencidos de lo que hacemos, con conciencia ciudadana y principalmente teniendo en cuenta lo que está en juego.

Publicado el 10 de abril del 2021, en Diario Viral.