En nuestra columna del 06 de julio lo adelantamos: existe un plan orquestado desde el fujimorismo y sus aliados de la DBA para que el delincuente condenado por corrupción y violación de derechos humanos, Alberto Fujimori, llegue a ser candidato presidencial en el 2026.
La estrategia fujimorista, creo, es más bien de distraer a la opinión pública respecto a los juicios que viene enfrentando la hija del dictador y que, precisamente esa misma semana, se iniciaron con las audiencias públicas. El último bastión de nuestra moribunda democracia, el poder judicial, deberá demostrar si está o no a la altura de las expectativas de todo un país. Lamentablemente no es la última instancia legal en nuestro país. La mafia fujimorista tiene en el Tribunal Constitucional, su último y más genuflexo aliado para legalizar todos los atropellos y las constantes vejaciones al orden democrático. Pues esta Tribunal Constitucional, elegido por este Congreso manejado por el fujimorismo, es el mismo que, incluso en contra de órdenes internacionales, ha legalizado el ilegal e ilegítimo indulto presidencial que PPK le dio a Fujimori en 2017, bajo el pretexto de su deteriorado estado de salud y con el deseo de sus familiares de que Fujimori pueda “pasar los últimos meses de vida en su casa y pueda morir en paz”. Pues al parecer la política resultó ser mejor remedio que cualquier tratamiento para enfermedades terminales o cualquier quimioterapia para enfermedades oncológicas. Milagrosamente, el dictador Fujimori, se ha recuperado y se muestra dispuesto a emprender, a sus más de 80 años, una última cruzada electoral para llegar, ilegalmente, a la presidencia. Todos los abogados independientes y de respeto, e incluso algunos otrora aliados al fujimorismo, han manifestado que no puede ser candidato a nada, ya que es un criminal condenado y que incluso no ha cumplido con cancelar la reparación civil impuesta en sendos juicios. Todos coinciden en que el ilegal indulto ha perdonado el resto de condena, más no lo declara inocente por los delitos cometidos, delitos que incluso él mismo reconoció.
Entonces, ¿de qué se trata toda esta pantomima? Pues de un distractor para evitar que la opinión pública se centre en el actual régimen, aliado del fujimorismo, en lo que el Congreso viene haciendo para perpetuar este status quo hasta más allá del 2026 y en que nadie se fije en los juicios a su hija. Fujimori, ha salido de la cárcel para sacrificarse por su hija, lo que no queda claro es que si lo hace voluntariamente o presionado por la heredera. No me sorprendería que fuera lo segundo.
Publicado el 20 de julio del 2024, en Diario Viral.