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Estos últimos días la noticia más indignante ha sido el secuestro y posterior violación de una niña de 3 años en Chiclayo. La indignación popular ha sido grande y el aprovechamiento político del caso es aun mayor. El delincuente ha sido detenido y enviado a 9 meses de prisión preventiva al penal de Challapalca, ubicado en Puno a 4800 m.s.n.m. Como es de costumbre, solo cuando suceden este tipo de actos nuestros políticos suelen despertar y plantear “soluciones” que poco o nada contribuyen a eliminar el problema de raíz. Desde la famosa pena de muerte hasta la castración química y/o física. ¿Puede el Estado rebajarse al mismo nivel del criminal y tratarlo con la misma crueldad? Sigue leyendo