Ha pasado más de una semana y al parecer la crisis generada no solo por el gobierno, sino por los grupos empresariales y sus voceros involuntarios (que aún no asimilan el haber perdido las elecciones por un margen tan estrecho y frente a un “profesorcito”) han generado al país. Vivimos nuevamente el miedo de unos 5 años más de zozobra, estancamiento económico, contagios y muertes por la covid, inestabilidad política, etc.
Ha ganado Castillo y lo primero que hizo fue renunciar al poder y cederlo a Cerrón. Ha olvidado la regla número uno de todo político: el poder no se posee, se ejerce. Con esa libertad, Cerrón ha designado un gabinete con muchas, muchísimas debilidades y fundadas críticas. Si bien es cierto los ministros son elegidos por la confianza que el presidente y el premier les tengan, también es importante tener o aparentar tener las condiciones éticas y preparación técnica necesaria para el cargo. Ser de provincias no es malo, pero tampoco es lo único que debería importar al momento de ser elegido ministro. Si a eso le sumamos que juramentación por partes del gabinete, tenemos una evidencia más de la total desorganización y preparación real de Perú Libre para llegar al poder. Cerrón ha olvidado a Maquiavelo, quien señalaba que: “El mal hay que hacerlo rápido y de un solo golpe”. Esa juramentación por partes ha sido muy perjudicial para la imagen presidencial. Ha perdido la derecha y, como actor político, el empresariado viene castigando a la población que no votó por su candidata: inestabilidad del precio del dólar, suba de precios de primera necesidad, sin motivo ni razón aparente. Creer que todo lo regula el mercado es ilusorio. La mano invisible no lo es, son los empresarios quienes mueven los hilos del mercado a su antojo. Los empresarios están olvidando la regla básica de Maquiavelo: “Es mejor ser amado que temido”. La gente ha demostrado, en las marchas de noviembre del 2020, que poco a poco está perdiendo el miedo; espero que la generación del Bicentenario no se quede callada, ni ante los errores del gobierno de Castillo, ni ante los abusos de los empresarios.
Nota aparte merece el papel que jugará el Congreso ahora mismo y en las próximas semanas, en especial al momento de definir las presidencias de las comisiones parlamentarias y en su primer enfrentamiento institucional contra el ejecutivo: el voto de confianza al gabinete Bellido. El juego ha empezado.
Publicado el 07 de agosto del 2021, en Diario Viral.