2021, voto contra el olvido

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A pesar de haber pasado casi un mes de las elecciones generales, varias personas y analistas se lamentan y pierden el tiempo intentando explicar la difícil situación en la que nos encontramos los peruanos: elegir entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Ambos candidatos con una pasado político y familiar que deja mucho que desear y ni qué decir de sus propuestas y planes de gobierno. Entre los dos a las justas llegan al 30% de electores; eso quiere decir que cerca del 70% de la población no confió en ninguno de los dos en la primera vuelta electoral.

En esta columna no intentaré dirigir el voto de nadie, ni mucho menos insinuar cuál debe ser la elección del elector, pero tengo que manifestar mi total disconformidad con el voto hacia Keiko Fujimori, por diversas razones. Primera, la ausencia total de valores familiares como el amor por su propia madre, manifestada durante todo el gobierno de su padre y que, a pesar de las pruebas palpables de tortura hacia su progenitora, ni se inmutó y ni protestó. Estudió en el extranjero con dinero mal habido durante los años que gobernó su padre y nunca explicó el origen de dicho dinero ¿Puede, entonces, una candidata de esta catadura moral siquiera soñar con ocupar la presidencia, ser un ejemplo de hija, esposa o madre si ni siquiera sintió por su madre cuando ésta era torturada de la manera más inhumana por Alberto Fujimori, y que hoy usa como un objeto más de su campaña electoral? Segunda, la total ausencia de valores democráticos puestos de manifiesto durante la re-reelección antidemocrática de su padre en el año 2000, ya que mientras hacía el teatro de firmar en contra de la postulación de Fujimori, participaba activamente en los mítines y marchas a favor de la candidatura del dictador. ¿Puede manifestar respeto por la democracia, cuando ella fue parte del aparato estatal corrupto que implantó Fujimori en el Perú, cuando ella, supuestamente, no sabía nada de Montesinos y sus redes delincuenciales que mermaron las instituciones públicas hasta el día de hoy?

Finalmente, por la dignidad del Perú, con la elección de Keiko Fujimori estaríamos legitimando uno de los gobiernos más corruptos y delincuenciales que ha existido en la historia del Perú republicano, estaríamos “premiando” a una dinastía que, a pesar de lo bueno que hizo, sus crímenes y asesinatos comprobados fueron la constante. Estaríamos legitimando a un presidente cobarde, que no se quedó en el Perú para afrontar sus delitos, y que muy por el contrario huyó del país para luego, burlándose del Estado peruano, renunciar vía fax desde su natal Japón. La decisión es nuestra: ¿Queremos más de lo anterior?

Publicado el 08 de mayo del 2021, en Diario Viral.

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