Nuevamente Arequipa es el centro de la noticia en el aspecto cultural; sin embargo, no por un nuevo libro, una nueva puesta en escena, algún reconocimiento a personajes ilustres o una nueva exposición pictórica o fotográfica. Todo lo contrario. La noticia cultural de la semana ha sido la denuncia pública que el consejero regional José Luis Hancco sobre la “pérdida” de material bibliográfico de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa.
Según el consejero, desde el 8 de febrero del 2021 no hay respuesta oficial de la dirección de la biblioteca, a cargo del señor Juan Carlos Barberena. Recién, y a propósito de la denuncia pública a través de las redes sociales, el representante de la biblioteca informó que en noviembre se hizo un inventario y que ahí se dieron cuenta de que se “perdieron” varios libros, precisamente durante los meses de cuarentena; es decir, cuando no había atención al público. De noviembre a la fecha han pasado cerca de 4 meses y hasta ahora no hay responsables sancionados. Ante la pasividad del director de la biblioteca y de las autoridades regionales, un grupo de ciudadanos exigimos al señor Barberena que explique las circunstancias reales en que se “perdieron” los libros y que asuma su responsabilidad. También le pedimos al gobernador regional que realice una seria investigación y sancione a los responsables. De la misma forma, expresamos nuestra preocupación por la poca seguridad que tiene la biblioteca más importante de la ciudad, así como la desactualización del material bibliográfico, motivo por el cual exigimos mayor preocupación y presupuesto por parte de la autoridad regional. No puede ser posible que la ciudad en donde nació nuestro único premio Nobel y cuya biblioteca lleva su nombre, sea el escenario para que gentuza inescrupulosa se apropie de nuestros bienes culturales. Dicho pronunciamiento lo firman destacadas personalidades de la ciudad, entre las que destacan Omar Zevallos, Ángela Valdivia, Jorge Bedregal, José Vargas, entre otros.
Mientras escribo estas líneas, me entero no sólo de la “pérdida” de libros, sino también de equipos de cómputo. A los pedidos y exigencias del comunicado colectivo anterior me permito agregar uno a título personal: la inmediata renuncia o remoción del actual director. Material bibliográfico tan valioso no puede estar bajo responsabilidad de cualquier persona.
Publicado el 27 de febrero del 2021, en Diario Viral.