Repensando al Perú

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Esta semana estamos de aniversario. Nuestro querido país conmemora 199 años desde que Don José de San Martín proclamara la independencia del Perú el 28 de julio de 1821. En esos casi 200 años el país ha pasado por momentos muy complicados, en lo social, económico y político; sin embargo, nunca como antes la pandemia del coronavirus ha retado las capacidades no solo del gobierno, sino también las propias capacidades de su población. Pensando un poco en esta significativa fecha, he ido recomendando y comentando (a través de mi cuenta de Instagram) algunos libros que considero importantes para ir repensando al Perú, de cara a su bicentenario.

El primer libro que siempre recomiendo es el clásico Historia del Perú Contemporáneo. En este documento Carlos Contreras y Marcos Cueto hacen un recuento que se basa en una periodificación histórica clásica, pero que en su propio desarrollo no se quedan con lo anecdótico o coyuntural; sino que van a la descripción pormenorizada de los procesos sociales, económicos y políticos por los cuales ha pasado nuestro país desde la revolución de independencia, las figuras de Bolívar y Castilla, el período del Guano y la guerra del Pacífico, la república arristocrática, el oncenio de Leguía, el militarismo, el Estado corporativo, el populismo y la instauración del neoliberalismo con Fujimori. Esta interesante obra concluye con un diagnóstico general e importante de los principales desafíos (“patrones recurrentes” dicen los autores) que como país debemos enfrentar: “(…) la falta de continuidad, la poca institucionalidad y la fragmentación social son partes de un círculo vicioso del que, felizmente, cada vez más parecemos salir pero al cual a veces volvemos, como si recaer en lo pasado nos diera seguridad” (p. 463).

Otro de los documentos que considero de lectura imprescindible es Hatun Willakuy (Versión Abreviada del Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación). Esta versión abreviada tuvo como objetivo central hacer llegar los principales hallazgos de la CVR sobre el proceso de violencia política que vivió el país entre 1980 y el 2000, a todos los lectores del país, en el ánimo de que sus resultados sean socializados por la mayor parte de la población. En este voluminoso texto podemos encontrar una minuciosa descripción de los hechos, la magnitud y la extensión del conflicto, los orígenes y características de las organizaciones subversivas (PCP-SL y MRTA), las acciones y decisiones de los gobiernos durante este período (Belaúnde, García y Fujimori), el papel de las fuerzas armadas y la policía, los factores que hicieron posible este conflicto, las consecuencias del mismo y algunas recomendaciones para la tan mentada (y en mi opinión inalcanzable) reconciliación nacional. El informe termina con una conclusión tan ambiciosa como a la vez imposible de cumplir: “La CVR propone que el gran horizonte de la reconciliación nacional es el de la ciudadanía plena para todos los peruanos y peruanas”. (p. 465).

El siguiente libro es uno que francamente no quisiera recomendar, no por la calidad del texto y del autor (que son indiscutibles), sino por el tema que aborda ya que como su mismo autor señala, la historia del Perú es la historia de ciclos de corrupción, me refiero a Historia de la corrupción en el Perú, de Alfonso Quiroz. Y digo que no quisiera recomendarlo porque en sus páginas el lector sentirá vergüenza propia y ajena de los niveles de corrupción a los que llegaron nuestras autoridades. Ojo, no solo me refiero a nuestros presidentes, el autor hace un minucioso trabajo de búsqueda y revisión bibliográfica que lo remontan a las reformas coloniales, pasando por la temprana república, los procesos de modernización, los pactos secretos, los asaltos a la democracia hasta las conspiraciones corruptas de la década fujimontesinista. Hoy, en plena pandemia, con hospitales colapsados, con instituciones educativas propias del siglo XX, con millones de personas en pobreza y pobreza extrema, una pregunta ronda nuestra cabeza ¿cuánto le ha costado la corrupción a nuestro país en estos casi 200 años? Quiroz nos da una respuesta: “A un nivel promedio anual estimado de alrededor de entre 30 y 40 por ciento de los gastos del presupuesto, y de entre 3 y 4 por ciento del PBI en el largo plazo (años de 1820 a 2000), el costo de la corrupción para el desarrollo económico y social peruano en su historia republicana ha sido estructural y consistentemente alto o muy alto, pese a las variaciones cíclicas. Considerando que para alcanzar un crecimiento autosostenido se requiere de una tasa de crecimiento media anual del PBI de entre 5 y 8 por ciento en el largo plazo, debido a la corrupción sistemática y descontrolada, el Perú perdió o distribuyó mal el equivalente de aproximadamente el 40 a 50 por ciento de sus posibilidades de desarrollo” (p. 444). Para llorar.

Finalmente, pero no por eso menos importante, destaco la obra El Perú en teoría, de Paulo Drinot. En tiempos en que el “paradigma” de la investigación está monopolizado por los famosos papers, journals, reginas y demás modas que han dejado en segundo plano el uso de la teoría para analizar los fenómenos sociales, este texto se presenta como un salmón que nada a contracorriente. En este libro Drinot y otros autores hacen uso de los planteamientos teóricos de algunos de los más grandes científicos sociales para darle una mirada a los problemas nacionales; así, podemos ver al régimen fujimorista a través de los ojos de Alexis de Tocqueville, la difícil relación entre minería y comunidades usando los postulados de James Scott, la idea de ciudadanía desde la perspectiva de Ernesto Laclau, el concepto de soberanía y gobernabilidad en el Perú desde la óptica de Michel Foucault o los dilemas del poder desde Michael Mann, hasta el uso de los planteamientos de Judith Butler para explicar la desigualdad y la violencia. La teoría es la base necesaria para poder ir a la práctica, como el autor nos lo menciona: “El título nos recuerda que el Perú ha sido y sigue siendo entendido como una obra en construcción, como una idea o un proyecto que, de alguna manera y hasta ahora, no se ha llevado a buen término. Se ha dedicado, en el pasado, mucho trabajo intelectual a entender este carácter teórico, aún no logrado, del Perú. (…) Pero el título también alude a un proyecto más distintivo, específico e intelectual de este volumen: juntar al Perú y la teoría, mezclarlos y batirlos, observar, y sacar de esa mezcla conclusiones útiles y, se espera, originales” (p. 09).

Si bien es cierto esta selección es muy limitada, creo que puede ser un buen inicio para ir repensando al Perú del pasado, para poder mirar su futuro con mayor optimismo, las nuevas generaciones lo agradecerán.  Y ustedes, ¿qué otros libros recomiendan?

Puntuación: 5 / Votos: 3

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