Control total
El probable seguidor de la saga de Indiana Jones, Shia LaBeouf, debido a un incomprendido padrinazgo de Spielberg, protagoniza este thriller que, a medida que se iba proyectando, nos recordaba a Enemigo público, aquella cinta casi vanguardista que retrata una sociedad dominada por el big brother o gran ojo que no sólo observa sino controla hasta nuestros espacios más íntimos.
Esa es la historia central de esta cinta que es contada muy acertadamente, con un ritmo que nos descansa ni un minuto y que nos obliga a estar al filo de la butaca por las secuencias intensas y llenas de acción que atraviesan toda la película. Pero, además, lo interesante de la cinta es que retoma un tema ya clásico no sólo para el cine sino para la teoría sociopolítica: cuán conveniente o no es una sociedad regida por un gran ojo, a modo de panóptico, que vigila y quiere controlar hasta nuestros orificios más subjetivos.
Esta cinta, como era de esperarse, fue y es taquillera en EEUU, sociedad atravesada por el miedo de nuevos ataques terroristas, y que justamente reclama controles irrestrictos para evitarlos. Control y más control que hoy también, parece, lo reclaman para la economía.