Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian
Nuevamente nuestra cartelera está poblada de películas enfocadas a seducir la afluencia de niños y adolescentes. La decisión, por lo visto, tiene un causal eminentemente crematístico, pues esas son las que llenan las salas y, consiguientemente, dan plata. El hecho que cintas como No hay lugar para viejos o La vida en rosa apenas hayan resistido una semana, grafica el poco o nulo conocimiento o interés que tenemos los arequipeños de las películas verdaderamente importantes.
Sin tener más alternativas para ver, elegimos la promocionada segunda parte de Las Crónicas de Narnia que, según la historia mágica de la cinta, se sitúa a mil y tantos años de la primera. Tanto tiempo, obviamente, no han pasado en vano, así veremos a los protagonistas más grandes y maduros enfrentándose a nuevas aventuras y situaciones cargadas de batallas, personajes, leyendas, mitos y cuanta imaginería se puede crear en estos relatos mágicos.
Los seguidores de la saga serán los que más disfrutarán la película, entendiendo, de paso, la trama de ese universo fantástico creado por Clive Staples Lewis. Los más fieles a la obra del escritor irlandés probablemente se resientan por la ligereza con que se ha adaptado segunda parte de la saga (recordemos que son siete, según la versión original) prescindiendo de varios pasajes y personajes que la enriquecen; sin embargo, hay que recordar que se trata de puro cine de entretenimiento y si es para niños y adolescentes, mucho más. Así que no hay ser exigentes.