Meteoro
Nuestra ciudad participó del lanzamiento mundial de uno de los grandes estrenos del año: Meteoro, aquel animado que deslumbró al mundo en la década setentera y que historiaba a Mash 5, un alucinante auto de carrera conducido por un adolescente fantasioso y respaldado por una familia inigualable en la que destacaba el mono Chispita.
La expectativa de la película creció al saberse que iba a estar dirigida por los hermanos Wachowski, esa dupla que revolucionó la imagen del cine con la saga de Matrix. Alejándose de historias complejas de un futuro deprimente, los Wachowski nos muestran con Meteoro una historia muy pegada al comic, recordándonos en las dos horas que dura, casi todos los elementos que formaban esa ficción y resaltando los valores de la confianza entre padres e hijos, el esfuerzo personal y el siempre recurrente triunfo del bien sobre el mal.
El problema de la cinta es la sobrecarga de colorinches y luces de neones puestos en escenarios y pistas de carreras que más se asemejan a toboganes en donde los carros en lugar de correr se pasan haciendo piruetas produciéndole al espectador más mareo que adrenalina. Una pena, pues parece que los Wachowski en lugar de hacer una película, terminaron haciendo un video juego cuya atención se basa no en la pantalla sino en el joystick.