Arqueo del año
Como ya es tradicional, a estas alturas del año corresponde hacer un balance que nos indique cómo nos fue y qué esperamos para el próximo, siempre con el aliento que tiene que ser mejor. En ese sentido, intentaré hacer ese arqueo desde una visión eminentemente personal y centrándome en dos escenarios, el nacional y local.
Para nuestro país, el 2015 ha sido especial porque desde su inicio vino con la marca de ser el último año del gobierno huamalista y, consiguientemente, un año electoral que permitiera conocer a los que aspiran gobernarnos desde el 2016. En ese sentido, se esperaba que, como ocurrió en similares situaciones, el gobierno saliente se esforzara en un mejor manejo para salir airoso en la aceptación pública. Sin embargo, eso no ocurrió, pues recordemos que el acontecimiento que atraviesa el 2015 es el escándalo de las agendas que comprometen directamente a la pareja presidencial. Eso avisora que desde el 29 de julio del 2016, tendremos un nuevo gobernante y su esposa desfilando por los pasillos del Poder Judicial, sumándose así a los tres últimos que están en la misma situación, degradando más a la democracia.
También en el campo político y a nivel nacional, este año cierra con la inscripción de una veintena de candidatos presidenciales. Cuando éstos tengan que presentar sus listas congresalescompletas, tendremos como tres mil candidatos que harán del próximo proceso electoral un auténtico circo. Eso nos indica que poco o nada hemos avanzado institucionalmente; es decir, en el plano político y específicamente en términos de gobernabilidad, seguimos siendo un país bananero que vuelve a desestabilizar nuestra futuro inmediato.
En el plano local, tres hechos destacables: el primero tiene que ver con los nuevos aires políticos encarnados en la figura de la gobernadora regional Yamila Osorio. El 2015 ha sido su año de aprendizaje y se espera que desde el próximo sí se vea y sienta su estilo y resultados para empezar a confiar en que Arequipa apostó bien al elegirla y para que el guillenismo quede en el recuerdo. De no ser así, pronto veremos el escenario local plagado de zombies. Otro aspecto destacable es el triunfo de Melgar en el torneo futbolero nacional y que nos hizo recordar lo bien que es sentirse ganador en una sociedad como la nuestra atravesada por los fracasos. Creo que ese sentimiento masivo coronó la satisfacción que se tuvo a lo largo del año al ver a nuestra ciudad como centro de actividades culturales, siendo el Hay Festival el de mayor importancia. Lo último por destacar localmente es la aplicación de la nueva ley universitaria en la UNSA que obligó a que las autoridades enquistadas allí hace una treintena de años se retiren luego que fueran derrotadas por la fuerza y esperanza estudiantil.
Pero localmente no todo es optimismo, pues lo ocurrido en el proyecto Tía María no sólo nos demostró que tenemos una capacidad increíble de balearnos los pies frenando así nuestro crecimiento y postergando el desarrollo que necesitamos. Lo bueno de eso es que quedó al descubierto qué es lo que se esconde detrás de todo el rollo progre y ambientalista: puro interés egoísta y traidor. En ese sentido, hay que agradecer al dirigente Gutiérrez por mostrarnos que tipejos son esos que se erogan la representatividad popular.
Así fue el 2015 y ojalá que para todos tengamos un buen 2016.
bién por la síntesis de lo ocurrido en el 2015, y lo que avisoramos al 2016, con todo ello siento que entramos a un caos de gobernabilidad en todos los niveles, y sin embargo tenemos a portas un nuevo proceso electoral que amerita ser puesto en la agenda de la sociedad a fin de tomar decisiones importantes reflexivas. asimismo para no sumergirnos en la decepción, creo que debemos ir rescatando acciones positivas y sino hibieran procesos , relacionados al tema económico o sociales, tal vez ambientales.