De Congresos mundiales y reconocimientos
Nuestra ciudad es desde el día de ayer sede organizadora del XIII Congreso Mundial de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial, evento que se realiza cada dos años y que reúne a representaciones de todo el mundo que están en la misma condición de Arequipa; es decir, ser Patrimonios Culturales de la Humanidad para, junto a autoridades y expertos, diseñar políticas públicas y acciones de gobierno orientadas a resguardar, conservar y gestionar las Ciudades Patrimonio.
Aunque en un principio se dijo que llegarían al Congreso alrededor de 3000 representantes de todo el mundo, hasta el día martes sólo se confirmó el arribo de 400 congresistas; es decir, un poco más del 10%. Pero independientemente de esas cifras, lo importante es que nuestra ciudad se ha puesto en vitrina a los ojos del mundo por tres días, obligando además a que nuestra autoridad edil la embellezca aún más.
Pero así como nos hemos preocupado en maquillarnos y vestirnos de gala para los ojos de nuestros visitantes, así también deberíamos recordar que somos sede de este XIII Congreso Mundial por el logro que obtuviéramos hace 15 años, fecha en que nuestra ciudad alcanzó esa distinción por parte de la Unesco. Es decir, es bueno recordar y agradecer a quienes desde mediados de la década ´80 y especialmente a fines de los ´90 se empecinaron en ese objetivo de lograr para nuestra ciudad y en especial su centro histórico el reconocimiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad; es decir, una Arequipa que ya deja de ser propiedad sólo de los arequipeños para convertirse en dominio del mundo y la humanidad toda.
De ese equipo de personas, en primer lugar destaco la presencia del Alonso Ruiz Rosas. Él fue quien hizo germinar la idea y ponerla en marcha con gente notable como Juan Guillermo Carpio Muñoz y Eusebio Quiroz Paz Soldán. A ese motorcito en marcha se le fue sumando más gente que logró su empuje total cuando a la alcaldía del Municipio Provincial llegó Juan Manuel Guillén Benavides. Definitivamente sin el apoyo de este alcalde, proveniente de las canteras universitarias y en especial de la filosofía, ese objetivo no hubiese podido materializarse. Alrededor del liderazgo de Juan Manuel, pudo nuclearse equipos técnicos y profesionales que supieron armar en tiempo récord los expedientes exigidos por Unesco, así como también, en tiempo récord, pudo lograrse su aprobación y consiguiente designación de Arequipa como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Ojalá que en medio de la alegría, luces y cócteles se haga mención a este equipo de personas, que se unieron para entregar todo su trabajo y sapiencia para alcanzar ese objetivo solamente por amor a nuestra ciudad.