Arequipeños en pugna

Por extrañas coincidencias, los congresistas arequipeños Ana María Solorzano y Tomas Zamudio, viene  disputándose la presidencia del Congreso. La primera cuenta con la venia de la pareja presidencial y el otro el apoyo de sus amigos, los del ala radical de su  bancada, “la nacionalista”, o lo que queda de ella. La primera obtuvo la votación más alta de los arequipeños en la elección del 2011, el otro la más baja, llegó al Congreso casi raspando. ¿Quién ganará ahora la presidencia congresal?

Solorzano también llegó al Congreso de manera sospechosa, pues en ese entonces las “bases” nacionalistas arequipeñas eligieron de candidato congresal a un férreo militante, que luego fuera cambiado por el mismísimo Ollanta (lujos que se dan los dueños de las agrupaciones electorales). Zamudio sí contaba con pasado partidario. En el anterior gobierno, llegó a ocupar suertudamente una curul que le valió una repostulación que ganó a las justas.

 En los tres últimos años, la presencia política de ambos ha sido intrascendente a nivel nacional y penosa a nivel local, pues poco o nada sabemos de sus aportes por el bien de Arequipa. Sin embargo, ahora los vemos a los dos candidateando a la presidencia congresal, postulación que ha dividido a la opinión pública y ha fracturado al propio partido de gobierno.

 Creo que la decisión ya está tomada, no sólo porque la pareja presidencial así lo ha hecho saber, sino porque la raquítica oposición congresal no tiene la capacidad de colocar a nadie, mucho menos a un tedioso como Javier Bedoya. Es decir, tendremos una arequipeña como la nueva presidenta del  Congreso: Ana María Solozano. Dicen que es dócil a la pareja presidencial, dicen que dirigirá ese Poder por teléfono, etc. Sin embargo, pensándolo bien, la prefiero mil veces antes de soportar a un desarrapado como Zamudio y con todo su discurso de nacionalista trasnochado. Bien Nadine.