¿A la cuarta va la vencida?
Rumbo a su tercer año de gobierno y Humala ya cuenta con cuatro gabinetes ministeriales; es decir, en promedio, cada equipo le dura nueve meses. Muchos dirán que en el fondo es la misma gente, tomando en consideración el gabinete del flamante César Villanueva, pero igual hay que señalar que tantos cambios solo demuestran lo que todos saben: Humala no tiene gente para gobernar; por tanto, está sumido en la más profunda orfandad política.
Las esperanzas afloraron cuando se supo de las bondades de Villanueva: provinciano, exitoso empresario y muy reconocido presidente regional. Algo similar se dijo cuando Oscar Valdés asumió el premierato (el segundo gabinete humalista); sin embargo, todos sabemos cómo terminó. Parece que Villanueva terminará igual, pues luego de su juramentación y constatar que se han mantenido a los que debieron salir (Relaciones Exteriores, Justicia, Interior y Defensa) y ha salido la que debió mantenerse (Educación), pone en evidencia que estamos ante un nuevo Premier que no tiene equipo, ni siquiera candidatos qué proponer.
Una nueva oportunidad perdida de este gobierno para oxigenarse y resolver uno de sus principales problemas: equipo de gobierno. De paso, pierde el país por la inestabilidad que siempre genera estos permanentes cambios en la cúpula gubernamental. Pero como en política siempre hay ganadores, se me ocurre que en toda esta borrasca, la que sigue ganando es la esposa del presidente y todos los que aún juegan y la consideran una pieza clave para el próximo escenario electoral.