Al diablo todo, hoy juega Perú
Definitivamente las malas y tradicionales artes se aprenden pronto puesto que no necesitan esfuerzo. El mejor ejemplo nos los está dando estos días el presidente Humala que se presentó al escenario político como un innovador e incluso transformador. Sin embargo, no va ni un año en el gobierno y ya lo vemos, a él y su mujer: soberbios y encaramelados de poder; silenciosos o simulando al avestruz frente a los graves problemas del país; pero lo peor de todo, de un optimismo barato para distraer a la población.
Por eso, recién, se le ha visto al presidente al lado del seleccionado futbolero peruano, invocándoles a que ganen el partido de hoy ante Colombia. De seguro, que él y toda su corte estarán rezándole a los mil santos para que el seleccionado futbolero tenga una actuación decorosa esta tarde, pues la pareja presidencial sabe que si hoy se le gana a Colombia se acabó Conga, Espinar, las huelgas y mañana tendremos a once dioses con un mago elevado al Olimpo.
La pareja presidencial sabe eso, como sabe que si el seleccionado nacional pierde se le vendrá la noche eterna. Es decir, el futuro inmediato de la política peruana depende de un equipo que juega de maravillas en el extranjero, pero que llegan aquí a enfermarse. A mal palo se arrima la pareja.