La otra cara del Cara
Si bien el eje temático de este Cara ha sido atractivo y oportuno, lo que se ha notado es debilidad, tanto en las exposiciones centrales como en el panel. No se entiende, por ejemplo, qué hacía una conferencia, anunciada además rimbombantemente, sobre liderazgo al puro estilo angelcornejista. Decepcionante también fue la conferencia sobre los impactos de los mega centros comerciales (quizá el más atractivo del evento dada la coyuntura), donde no hubo precisiones en lo local, lo cual ponía en mayor evidencia, la ausencia de focalización del tema central (mínimamente debió haber estado el alcalde de Cayma para que explique cómo es que decidió convertir a la Av. Ejército en la mounstruosidad que es ahora). Los paneles, muy irregulares, con notorias ausencias, pero bien intencionados al incluir a jóvenes estudiantes que, mediana y tímidamente, introdujeron algunos temas centrales que tienen que ver con el desarrollo de la región (educación y salud) y no simple crecimiento que era lo que más entusiasmó a varios expositores (el anuncio de la lluvia de millones que están llegando y llegarán en los dos próximos años, fue, en realidad, el eje de este congreso).
A las finales, lo ritualístico: promesas de crear equipos técnicos, ver cómo generar un crecimiento sostenido basado en la educación e innovación tecnológica, reducir la pobreza y, quizá lo más reconfortante, que el Cara 2011 lo organizará la Cámara de Comercio y no la UNSA, como se rumoreaba, lo cual garantiza que continuará este espacio para abordar los grandes temas de Arequipa. Pero el reto sigue pendiente, pues de lo que se trata es cómo hacer que el Cara realmente resuene después de su organización y no sepamos de él hasta el próximo año, cómo garantizar que sea realmente el espacio de confluencia y de decisiones de los auténticos actores de la región. Creemos que allí está la gran tarea pendiente que debiera iniciarse con una participación más activa de los que animan este interesante espacio público. No fue suficiente, por ejemplo, el arzobispal discurso virtual, teniendo como escenario una imagen con vela prendida. Quizá cuando esa personalidad realmente se haga presente y no necesite ni imagen virginal ni cirio prendido para discursear, el Cara animará a que otros actores de la región se comprometan, ya que estará dando mayores muestras de un espíritu más inclusivo.