Primeros balances
Recordemos que por estas fechas, el año pasado ya se anunciaba los efectos de la crisis financiera y económica internacional. Mientras todas las economías del mundo tomaban las precauciones debidas porque los cálculos arrojaban cifras en rojo para el 2009, aquí nuestras autoridades y principalmente Alan García festejaba la bonanza de nuestras cifras, el llamado “Milagro peruano”, que en el 2008 cerró con cerca de diez puntos de crecimiento.
El slogan El Perú avanza brillaba luminosamente y nadie convencía a nuestro mandatario que lo correcto esa proteger esos azulados números o, por lo menos, guardar pan para mayo. Es más, Alán, eufórico, daba clases de economía y decía que todo era pasajero. Sin embargo, en febrero, el primer sacudón hizo tambalear las cifras y, con menos euforia, tuvo que admitir que la economía cerraría con 5 puntos.
Eso obligó al gobierno a tomar algunas medidas de prevención, y solo en setiembre se tuvo que aceptar que el carácter totalmente dependiente de nuestra economía, nos condenaba a cerrar un año con, a las justas, 1% de crecimiento. Es decir, en un solo período caímos 9 puntos. Quizá ese es el verdadero milagro; es decir, explicarnos porqué nuestras autoridades permitieron que nos desbarranquemos tanto.
Ante esta situación y como es típico, nuestras autoridades del gobierno central culparon a sus homólogos regionales por la falta de dinamismo para contrarrestar la crisis. Es más, García anunció en pleno mensaje presidencial el fortalecimiento de “Núcleos Ejecutores” que reemplazarían las funciones de los gobiernos regionales y locales en la ejecución de proyectos. El tufillo populista y de claro cálculo electoral de volvió a sentir, pues para el 2010, el gobierno central ha recentralizado el presupuesto, lo cual anuncia más bombos de guerra entre las regiones y el gobierno central.
Las luchas regionales
El eterno desencuentro entre nuestro Estado y sociedad peruana, o mejor dicho, entre Lima y las provincias se volvió a sentir descarnada y cruelmente en junio de este año. Una vieja negociación entre Bagua y el gobierno por asuntos territoriales terminó en una carnicería donde murieron decenas de policías así como nativos. El país se enteraba así que el gobierno seguía usando la política de la mecedora cuando se trata de atender asuntos de provincias y además se enteraba que la selva, la zona más extensa del país, existe y reclama, históricamente, ser escuchada. Políticamente hay quienes ganaron y perdieron con ese acto que llamó la atención del mundo: el líder de los nativos, Alberto Pizango, terminó exiliado en Nicaragua y ya se leen pintas de su postulación presidencial. Otro nacionalista al ruedo. Mercedes Cabanillas, se lavó las manos y se burló de todo el país y el premier Yehude Simons tuvo que dejar el cargo por incompetente. Hoy también postula a la presidencia; es decir, los perdedores al poder.
De esas luchas regionales no ha escapado el sur, y especialmente Arequipa. Cerramos el año con mechas prendidas por varias zonas ligadas al proyecto Majes Siguas II. El 2010 será explosivo.
Corrupción, escándalos y cortinas de humo
El año que finalizamos nos demostró también que poco o nada se ha avanzado respecto a uno de los grandes males de nuestra sociedad: la corrupción política. Los Petroaudios descubierto el 2008, continúa tratándose con la mecida por consigna. Velásquez Quesquén, nuevo premier, es buen secretario de Palacio, mientras que se agudizan los problemas, entre ellos, el desprestigio del Congreso.
El 7% de aprobación que tiene nuestro actual Congreso simplemente refleja cómo trabajó durante el año. Es decir, la desaprobación es mayoritaria y el desprestigio, al que han estado abocados escrupulosamente nuestros parlamentarios, ha sido sistemático. Este ha sido el año de los Robafocos, Mataperros, Lavapiés, y un largo etc. Que son las nuevas denominaciones nacidas de la opinión pública.
Como si esas desazones fueran pocas, se sumó la del seleccionado de fútbol que terminó este año en el último lugar de la tabla de posiciones en sus pretensiones de clasificar al mundial. Es decir, nunca habíamos caído tanto y resulta que ahora, hasta Bolivia es mejor que el Perú, el país que juega lindo, pero que pierde siempre. Junto al fútbol se develó también el problema de las barras bravas que este año cobraron más víctimas evidenciando, en el fondo, que en cuestión de seguridad ciudadana, nuestro país sigue vagando, pero no tanto como su Ministro del Interior que no tuvo ningún escrúpulo para tender cortinas de humo para tapar el problema de la violencia urbana.
El de Defensa tampoco se quedó atrás, pues Rafael Rey, dándose tiempo luego de meterse en problemas de reglajes y anticoncepciones, logró que se le subiera el presupuesto a las fuerzas armadas para una supuesta renovación armamentistas con dudosos tanques chinos, luego que se agitara el eterno fantasma de la guerra con Chile, ante el descubrimiento de un militar espía.
Alegrías
Con todo este recuento pareciera que el 2009 fue depresivo. No tanto, no podemos olvidar la alegría que causó el juicio a Fujimori. El país sintió se dignificaba con esa condena a uno de los personajes más siniestros de nuestra política. A la vez, el país que por fin el vapuleado e impopular Poder Judicial se reivindicaba. Lamentablemente, poco duró esa sensación, pues luego del juicio el fujimorismo se ha refortalecido siendo hoy una auténtica opción electoral para el 2010, y el Poder Judicial, después de la acción de César San Martín, ha continuado su caída libre del desprestigio y corrupción.
Pero otra de las alegrías del año la trajeron las mujeres. Desde el cine, Claudia Llosa ganó el Oso de Oro en Berlín poniendo el cine nacional en su pico histórico más alto y consagrando, de paso, a Magaly Solier. Por el deporte, el vóley volvió a sacar la cara y nuestro país clasificó al mundial de Japón. Kina Malpartida también conquistó un mundial para el Perú y, más recientemente, los hermanos Cori, obtuvieron las máximas preseas en el campeonato mundial de ajedrez.
Es decir, Dios es peruano, pero es mujer y aún tiene cara de niño. Con esa imagen y figura recibamos el 2010.
Ver más aquí