Penurias escolares

Inmediatamente después de finalizadas las fiestas navideñas y nuevañera, viene la odiosa campaña escolar que hace que los padres de familia retornen y se estrellan con la cruda realidad, que en el campo educativo, también tiene su cuota de espanto.

Ya desde la tercera semana de enero, en varios puntos de la ciudad se instalan las ferias escolares que nos anuncian el martirio que significa enviar a nuestros hijos al colegio, pues no sólo se trata de cumplir son esas matriculas burocráticas y engorrosas, sino también de consumar esos listados de útiles escolares, infernalmente interminables.

Así, un listado de útiles, en un colegio promedio, para un solo alumno, puede fácilmente pasar los mil soles. Sólo en libros un padre de familia gasta por lo menos quinientos soles, aprovechando una supuesta “oferta “que promueve el propio colegio en sociedad o complicidad con las editoriales. Estos hechos que definitivamente lindan con el delito, fueron denunciados a principios de año. Se supone que el gobierno de “la gran transformación” iba poner cartas en el asunto; sin embargo, todo sigue igual.

Obviamente, nada podrán hacer, ya que definitivamente la suerte del sector educación estaría echada, tal como acaba de demostrarse con la anulación de las pruebas en la contratación docente que impulsó el Ministerio de Educación en el marco de su Campaña por el Buen Inicio del Año Escolar, que busca que este primero de marzo, los doce millones de escolares que inicien clases, lo hagan con un mínimo de condiciones; es decir con un aula dispuesta y con un profesor al frente de ellos. Esa campaña es vital para la Ministra de Educación, nuestra paisana Patricia Salas, pues marcaría la eficacia de su gestión, pero por lo visto hay grandes intereses para que esa campaña fracase, especialmente en nuestra Región.

Y eso nos conduce a otro tema; el gran descuido con que ha tratado al sector educación el reelecto gobierno regional de Juan Manuel Guillén. Como recordamos, en sus cinco años de gestión, han pasado por esa gerencia cinco personas, cada uno más inepto que el otro. Gran paradoja de un personaje como Guillén que proviene de la docencia universitaria. El hecho es que el sector educativo en nuestra región sigue a la deriva, a pesar que el Gobierno Regional muestre números millonarios en infraestructura que no van aparejadas con los logros educativos que nuestra región se merece.

Mientras tanto, los padres de familia seguiremos atravesando las penurias que significa por estos días, matricular y gastar cifras millonarias en útiles muchos de ellos inútiles que sólo sirven para engrosar las arcas de esas mafias montadas entre colegios, librerías y editoriales, ante la pasividad e incompetencia de nuestras autoridades, que ni siquiera saben poner en marcha un examen de contratación docente.