Up, una aventura de altura
La cinta que abriera la reciente edición de Cannes y que ha cautivado a millones en sus primeras semanas de estreno, pisó tierra mistiana, parafraseando su titulo, caído de las alturas. De la dupla ya exitosa de Pixar y Disney, Up, una aventura de altura nos reencuentra con la cada vez más sorprendente factoría de personajes salidos de las PC´s. En esta ocasión no son monstruos, bichos o robots, nada de eso, son seres humanos.
Para esta nueva impresionante fantasía visual, los personajes centrales son un anciano casi ochentero y un niño explorador. El primero quiere cumplir con el sueño de su esposa fallecida y de esa manera reencontrarse con ella en la vida eterna (ojo con los primeros diez minutos, es, emocional y lacrimógenamente, la parte más sentimental de la cinta), el otro es un chiquillo pertinaz que termina revitalizando al refunfuñón anciano.
Aunque los personajes centrales son humanos sumidos cada uno en sus obsesiones, no podían faltar los animalescos héroes, propio de la factoría Disney, pero en esta ocasión con animaciones novedosas. Pero quizá lo más sugestivo es la casa voladora, idea que los especialistas señalan ha sido copiada del notable Hayao Miyazaki, el renombrado Disney nipón y que aquí lo conociéramos en la televisión con personajes como Heidi o Marco y en el cine con El viaje de Chihiro.
Una cinta pues, para verla con los niños de casa, para reír, lagrimear o simplemente para hipnotizarse visualmente.