Valkiria

Ad portas del final de la guerra, Adolf Hitler y su comando mayor se resistía a aceptar lo que era inevitable: la más absoluta y vergonzosa derrota. Como es costumbre de las mentalidades totalitarias y abyectas, en lugar de reconocerlo, deciden apertrecharse en su delirante obsesión de ganar y conquistar el mundo. Sin embargo, no todos los de su entorno pensaban así; al contrario, veían en esa mentalidad demencial un peligro para Alemania y deciden eliminar a Hitler en lo que se llamó la Operación Valkiria.

Este capítulo, poco contado por la historia oficial, es la medula de esta cinta protagonizada por Tom Cruise quien hace el papel de Von Stauffenberg, aquel oficial que regresa herido y asqueado de África para tramar el magnicidio.

Bajo la dirección de Bryan Singer y con una puesta en escena impecable, la película va desarrollándose en base al suspenso que significó penetrar en los recovecos íntimos del dictador para lograr el objetivo. Así, el director nos sumerge no sólo en el ambiente físico, son también sicológico del entorno donde, como juego de ping pong, se conjugan las pasiones y fe absoluta a lo que decía el líder, de sus leales miembros, y las muestras de reflexión y cordura, del grupo conspirador.

En ese sentido, la cinta no sólo nos muestra un trazo de un capítulo histórico que aún le duele a la humanidad, sino que también nos explica las razones por las que se alcanzó tan altos niveles de demencia; es decir, la verticalidad incuestionable y la disciplina rayante con la locura, tal como les gusta a los dictadorzuelos.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *