Crepúsculo

Crepúsculo forma parte de uno de los más recientes fenómenos literarios y taquillazos que amenaza en convertirse en otra saga, mismo Harry Potter. Nos referimos a las historias escritas por la mormona americana Stephenie Meyer.

La primera novela de esta nueva literata que incursiona en el cine nos cuenta cómo Bella conoce a Edward e inician su vampiresco romance. El ambiente de la cinta es lúgubre y frío, y los personajes, como debía serlo, dado el público adolescente al que está dirigido, son bellísimos, pero totalmente inexpresivos, al extremo que la humana protagonista de la película, Bella, parece más draculesca que los propios vampiros que invaden la pantalla.

Por muchos ratos sosa y ridícula en momentos (cuando el vampiro descubre su verdadero rostro, éste sale diamantado), lo cual desanima para leer la novela, nos preguntábamos porqué la cinta ha pegado tanto en el público juvenil. Probablemente sea por el mensaje del amor romántico o puro que trasmite y que es totalmente contrario al del amor expeditivo o carnal que cruza la gran mayoría de las cintas actuales.

Quizá eso; es decir, la vuelta a la ilusión del amor tierno es lo que pega en la sensibilidad del público adolescente. Excelente estrategia de la iglesia mormona, a la que representa Meyer, y que pregona lo espiritual por encima de lo lujurioso. Si quiere eso, tomar un tónico de moralina en lugar de disfrutar de una buena película, entonces vaya a verla.

Puntuación: 3.75 / Votos: 4

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