Entre la exigencia y la nada
“Nada”, ha sido mi respuesta a la pregunta más repetida que me han hecho hoy varios amigos, medios y conocidos que me siguen o leen: “¿Qué espero del nuevo presidente, Merino?”. He repensando la respuesta y me reafirmo: “Nada”. No es una contestación novedosa, pues como lo he venido sosteniendo en varios posts, poco o nada hay que esperar de nuestro sistema político, ya que es el lado más débil de nuestro organismo o país, llamado Perú. Lo que hemos visto en las últimas horas, ha sido una muestra más de esa debilidad o descomposición, como lo llaman algunos colegas míos.