Espectáculo navideño
Puede sonar profano, pero no encuentro otra manera de calificar la navidad actual: espectáculo. Otra cosa no puedo pensar luego de constatar que, a pesar de las cada vez más inútiles advertencias o recordatorios, esta fecha, una de las más importantes del cristianismo y del mundo occidental en general, fue ganada o reemplazada por esa nueva fe que es el consumismo desenfrenado y efímero.