Arequipa en Mall
El pasado diciembre 28, para cerrar bien el año, como me aconsejaron varios, presenté mi nuevo libro “Arequipa en Mall”. El acto se llevó a cabo en la Biblioteca Personal Mario Vargas Llosa del Gobierno Regional de Arequipa. Familiares, amigos, alumnos, colegas y autoridades, más de lo que yo imaginé, atiborraron el salón que fue designado para esta actividad. Gracias mil por esa deferencia. Aquí las palabras que pronuncié en esta presentación.
Presentación de Arequipa en Mall
Haciendo memoria, mi primera impresión con los Malls de Arequipa, fue aquella noche de aniversario de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA), cuando su máximo directivo anunciaba con algarabía que Arequipa no tendría uno, ni dos, sino ¡tres imponentes Malls!, mientras estallaban en el cielo refulgentes fuegos artificiales.
Eso ocurrió en el 2009, y todos los asistentes celebraron la noticia, ya que, sin duda alguna, que se construyan y empiecen a funcionar tres imponentes centros comerciales, era el mejor indicador del crecimiento económico de la ciudad, y, por otro lado, de la llegada, por fin, de la modernidad a la tradicional Ciudad Blanca.
En esos momentos, pensé no sólo eso, sino lo alejado o ausente que estaba la academia de aquellos hechos sociales que transforman significativamente la ciudad; pues, mientras en aulas y foros varios discutíamos el Baguazo (ese conflicto ocurrido en el Amazonas que arrojó una treintena de muertos entre políticas y civiles), y los siete años de prisión impuesto a Alberto Fujimori por peculado y falsedad ideológica en el caso del pago de una indemnización a Vladimiro Montesinos, quien también era condenado a diez años de prisión por el delito contra la seguridad pública, lo que, como suele suceder, generaba una sensación de inestabilidad que nos hacía pensar que el país no tenía rumbo; mientras en foros y aulas discutíamos eso, digo, otros, como los de la CCIA, descubrían las fórmulas para en medio del supuesto caos, encontrar posibilidades y, principalmente, hacer negocios, sin necesidad de la academia, por lo menos, aquella a la que pertenezco.
Percibido al principio con cierta desconfianza (es decir; el temor a que ese ambicioso proyecto fracase), lo real es que los Malls en nuestra ciudad han ido asentándose, convirtiéndose en los últimos años, casi un símbolo del crecimiento económico del país, del cual Arequipa no ha estado ajena, experimentado así una serie de transformaciones, no sólo en lo económico, sino también en lo urbano-espacial y en las formas y estilos de consumo generados por estos nuevos Centros Comerciales, creando así nuevas lógicas y campos culturales que, unido a las nuevas características de la denominada sociedad virtual, está transformando la ciudad a nivel de sentidos y símbolos que son necesarios conocer, entender y atender.
Las ciencias sociales enseñan que además de la economía, la cultura juega un papel básico en la vida social, siendo una esfera autónoma que se rige por una lógica propia en donde también los sectores socioeconómicos luchan y construyen consensos, en torno al llamado capital simbólico, el mismo que para el tema elegido en el libro que presento hoy, ayuda a aproximarnos a la nueva Arequipa y así, tener una nueva mirada de nuestra ciudad entrado ya en el s XXI.
En ese marco, este libro, Arequipa en Mall, pretende analizar los cambios ocurridos en nuestra ciudad, a partir del impulso económico producido a partir de la primera década del presente siglo, tomando como referente la presencia de estos Centros Comerciales y sus efectos en la nueva arquitectura simbólica que estaría erigiendo nuevas formas y representaciones en la actual Arequipa. Para ello, previamente, analizamos cómo se produjo dicho crecimiento y su posterior manifestación en los habitus y campos culturales de nuestra ciudad.
Arequipa en Mall, se inicia pues con un repaso histórico de nuestra ciudad para entender cómo llega al presente siglo y cuáles son las principales áreas que la definen como una ciudad a tono con la modernidad actual. En ese punto, esbozamos las características del perfil de arequipeño de hoy, enlazado con las definiciones de habitus, campo e industria cultural y otros que se manejan en la Teoría de la Cultura.
Luego, el libro avanza centrándose en los iconos de esta llamada modernidad y, a la vez, símbolo del auge económico ocurrido en el periodo que elegimos para el estudio, en el que también está envuelta la ciudad; es decir, los Centros Comerciales, más conocidos como Malls; auge que es descrito casi cronológicamente y que también es usado a modo de un ejercicio etnometodológico, para detallar la nueva arquitectura cultural y simbólica que estaría produciéndose en la ciudad. Finalmente, intentamos exponer algunas conclusiones y la mención a las referencias bibliográficas que nos orientaron en esta investigación, hoy convertida en el libro que es motivo de esta reunión.
A pesar de todo el esfuerzo y empeño invertido, meritúa confesar que este trabajo deja como saldo una serie de temas, preguntas e inquietudes que bien pueden ser ampliados por otros proyectos investigativos. Dicha confesión no hace más que corroborar que el tema elegido contiene una rica veta que, ojalá, anime a otros a continuarla.
Mis palabras finales son de memoria y agradecimiento. De memoria porque este libro está dedicado a seres querídisimos, como mi tía Eloiza Gutiérrez López, la mamaiza como la llamábamos en casa, y para quien siempre fui su doctor colpamocos. Otro ser querídismo, a quien dedico esta presentación es a mi padre, el señor Pedro Vargas López, quien hace exactamente 16 años me cuida y orienta desde el cielo.
Mis palabras de agradecimiento están dirigidas para varias personas. Sin ningún orden especial, quiero a agradecer a quienes han hecho posible que este trabajo se transforme en la publicación que tienen en manos: a Mauricio Huaco Zuñiga, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, quien no dudó en mostrar su entusiasmo y aliento cuando supo que estaba trabajando el tema, y menos en aceptar prologarlo. Para mí era vital tener la mirada de un arquitecto sobre el tema, pues saber la opinión de estos modificadores espaciales y estéticos del hábitat humano, era imprescindible, y nadie mejor que Mauricio Huaco Zuñiga, como su representante.
Algo similar debo decir de Charly Caballero, quien desde un primer momento notó que el corpus teórico de los Cultural Studies, es una de las columnas que animan este trabajo, y dada su experiencia y conocimientos, su visión y critica a este trabajo también es fundamental.
Desde su concepción como libro, pensé que este trabajo debería estar atravesado de imágenes que, definitivamente, enriquecerían las explicaciones que intento transmitir. Eso se ha logrado gracias al empeño del grupo Phototrip, que, nuevamente, demuestran ser unos expertos atrapando colores, cuadros e imágenes. Mi agradecimiento especial a Jorge Bedregal La Vera, Verónica García Jarufe, Daniela Fernández, Katy Valcárcel y Edgard Zegarra.
Ya se está haciendo habitual, que agradezca a Carlos Rivera, editor empeñoso de esta nueva aventura. El es el responsable, en gran parte, que estemos aquí, pues yo quería patear la publicación y presentación de Arequipa en Mall para inicios del próximo año, pero me recordó y convenció que nuestra ciudad, entra en relajo total su primer trimestre, además me mostró que el libro estaba casi acabado, por lo que decidimos hacerlo en este día.
Mi agradecimiento también al Gobierno Regional de Arequipa, en especial a su Gobernadora, la Dra. Yamila Osorio y a Rommel Arce, nuestro anfitrión, director de esta Biblioteca y de todo el proyecto cultural que él ha sabido sostener por ocho años; es decir, por dos períodos de gobierno regional, cosa rarísima en las gestiones locales y regionales. Como él ha dicho en su alocución inicial y que además ha sido de despedida, depende de nosotros, como sociedad civil, que este esfuerzo cultural no se pierda; es decir, depende de nuestra actitud vigilante, fiscalizadora y motivadora para que, por ejemplo, esta Biblioteca Personal de nuestro Nobel, no la veamos convertida el próximo año en un mercadillo de baratijas.
Ahora sí, para finalizar, mi rendido agradecimiento a mi familia: Merly, Fabio y Josué, quienes siguen engriéndome al darme las comodidades para que yo continúe ensimismado en mis proyectos, lecturas y cavilaciones.
Y el final, final: gracias mil a todos ustedes por su presencia. Ver aquí a amigos, colegas, autoridades y familiares me alegra y abruma, ya que no hace más que demostrar el gran cariño que me tienen y que me compromete a devolvérselos. Intentaré hacerlo en este momento con una frase y exclamación, pero para que esa frase funcione ustedes tienen que hacer el esfuerzo, en este momento, de olvidar a las autoridades que nos representarán y conducirán dentro de pocos días. La frase es: ¡¡¡FELIZ 2019!!!
Muchas gracias.
felicitaciones Doctor Jose Luis Vargas…mi profesor hace tantos años…mas importante aun, su capacidad sleep de creación y publicación …envidiable.