Por qué no votar por Valdemar Medina
A pesar que sus actuales autoridades se opusieron desde un inicio a la nueva Ley Universitaria, la UNSA elegirá en pocos días a nuevos mandos. Como lo ordena la Ley, la votación será universal, lo cual marca un hito en la historia universitaria nacional y abre nuevas perspectivas en relación a su forma de gobierno. Son cuatro las postulaciones para el máximo cargo en el claustro agustino, destacando una de ellas por su peligrosidad, la del oficialismo (Proyecto Universitario Agustino, PUA) que postula, nuevamente, a Valdemar Medina.
Nuestra apreciación no está basada en aspectos personales, pues estas elecciones no se sustentan en examinar y/o reconocer trayectorias fundadas en producción intelectual o científica. Eso poco o nada importa en la gestión universitaria, mucho menos en San Agustín cuyas últimas autoridades han tenido un mayor itinerario como oficinistas antes que académicos. Nuestra apreciación tampoco se asienta en un análisis de las promesas que el señor Medina viene haciendo para conquistar el voto estudiantil: comedor dominical, WIFI gratuito, transporte universitario a la puerta de tu casa, etc.; es decir, populismo simplón sin tocar los aspectos sustanciales que motivan estas elecciones: la nueva Ley Universitaria y el Nuevo Estatuto Agustino, que por cierto, en colusión con el oficialismo, la Asamblea Estatutaria se niega a presentar.
Es decir, creemos que la reelección del señor Medina es dañina para la UNSA, no porque no cuenta con los carteles académicos que el máximo cargo universitario exige, mucho menos porque sus propuestas son de un populismo grosero que, por otro lado, incumplió en su administración, sino por lo que él representa y encarna: el continuismo que hoy se maquilla con el lema “Experiencia e innovación”.
El Proyecto Universitario Agustino, PUA, que el señor Medina representa, gobierna la universidad agustina desde hace una veintena de años. Para nadie es un secreto que el saldo de todos esos años de gestión, principalmente encarnada en el señor Cornejo y Medina, son vergonzosos para la UNSA, pues sólo saber que quienes fueron sus rectores, hoy serpentean por los pasillos del Poder Judicial acusados de trapacerías y corrupción, ya da una clara imagen de cómo se administró los recursos agustinos, cuál fue la orientación de esos gobiernos y para qué se usó los medios más ladinos para mantenerse en el poder universitario por tantos años.
A pesar de las imperfecciones contenidas en la nueva Ley Universitaria, a pesar del desconocimiento del nuevo Estatuto Agustino y otros pesares u obstáculos, la sola renovación de autoridades, podría significar para la UNSA un gran giro para empezar a recuperarse de los años de languidez, atraso y descrédito en que la sumió el PUA. Confieso que poco entusiasmo le tengo a la comunidad docente agustina y a las dirigencias estudiantiles para dar ese golpe de timón. Ver en anteriores elecciones cómo dócilmente reelegían al oficialismo a pesar de la descomposición existente, sólo me confirmaba la desidia o el tejido de prebendas que el PUA ha sabido montar en la universidad. Mi confianza está en los miles de estudiantes agustinos que este miércoles tienen la oportunidad de ser los protagonistas de ese cambio que San Agustín necesita y que Arequipa reclama para que la que fuera el Centro Superior de Estudios más importante de la región sur, recupere ese brío que nunca debió perder. Por esa razón no hay que votar por el oficialista Valdemar Medina.