Las sorpresas de la FIL
Finalizó la Feria Internacional del Libro de Arequipa (FIL) que este año llegó a su séptima edición. Aunque en un momento se llegó a pensar que la FIL no se realizaría por falta de apoyo institucional, específicamente del Gobierno Regional, la colaboración se concretó logrando que esta Feria se materializara dándonos varias sorpresas que pasamos a destacar.
La primera tiene que ver con su nueva localización y estructura; es decir, la FIL este año abandonó su tradicional ubicación del Parque Libertad de Expresión de Umacollo para instalarse en lo que fuera uno de los pabellones de Perumin en la Av. Independencia de la UNSA. Esta reubicación trajo consigo una nueva estructura de los stands, sala de conciertos, exposiciones, etc. Muchos extrañamos el verdor, amplitud y ambiente naturalista que proporcionaba el Parque Libertad de Expresión a la FIL, pero su nueva ubicación y diseño no estuvo del todo mal.
La otra sorpresa tiene que ver con la recepción del público, pues todas las veces que fui a visitar la FIL la encontré abarrotada de visitantes. Quizá contribuyó mucho que no se haya cobrado el ingreso como ocurrió el año pasado, como también su ubicación más céntrica y el estar dentro de un recinto universitario que cuenta con más de 20,000 estudiantes. Parece que la respuesta masiva del público redundó en una mayor venta de libros, pues todas las editoriales que pregunté sobre el tema, me respondieron con una amplia y sincera sonrisa, lo contrario de ediciones pasadas. Ojalá que al momento de cuadrar sus cuentas, corroboren esta percepción, pues a las finales eso también importa; es decir, que las editoriales que animan la FIL, tanto locales, nacionales e internacionales, vendan libros. Es la única manera de asegurar que un evento de este tipo se mantenga.
La última sorpresa tiene que ver con el gran animador de esta FIL que, por lo visto y leído, recae en Editorial Texao que casi todos los días estuvo presentando libros de su propia veta, todos con autores locales. Así, vimos desfilar títulos pertenecientes a Alejandra Aramayo, Jorge Turpo, Goyo Torres, Renato Amat y León, Juan Carlos Valdivia y un largo etc. Ediciones novedosas y finísimas fueron presentadas con llenos totales a lo largo de la FIL, lo cual evidenció no sólo el interés del público por conocer la producción libresca local, sino la existencia de un puñado de nuevos autores que sumados a algunos ya existentes, avizoran un alentador futuro para el quehacer intelectual de Arequipa. Felicitaciones pues a Editorial Texao y a su infatigable hacedor, Carlos Rivera.