Presentando Cuarto de Hora
El sábado pasado se presentó la segunda edición de Cuarto de Hora, ensayos de cultura, comunicación y política del Perú contemporáneo. Ocurrió en la Sala José Ruiz Rosas que los organizadores de la VII Feria Internacional del Libro de Arequipa acondicionaron para este tipo de eventos. Quizá no deba decirlo, pero la Sala estuvo repleta. Mucha gente, incluso de pié estuvo allí para escuchar los generosos comentarios de Patricia Salas, Enrique Zabala y Carlos Rivera. Luego me tocó decir lo que a continuación comparto con ustedes.
Soy un constante quejoso de la ausencia de una comunidad académica local que, entre otras cosas, facilite un mayor debate intelectual entre los que creemos que estamos implicados en ese campo y, de paso, permita una mayor circulación (y por qué no, ventas) de esa efímera producción existente en nuestra ciudad.
Sin embargo, debo confesar que esa visión quejumbrosa se estrella cuando constato que algunos libros míos ya no están en circulación y ni siquiera yo los tengo en mis estantes. Es en ese momento que me entero que hay un movimiento casi secreta de esa obra, entre alumnos, míos y ajenos; amigos y colegas que se animan a recomendar su lectura entre sus círculos más cercanos.
Sólo enterarme de eso ya es motivo de gran satisfacción, pero cuando, además, viene un editor y me propone reeditar mi obra, eso ya es orgiástico. Es lo que ha ocurrido con Cuarto de Hora, ensayos de cultura, comunicación y política del Perú contemporáneo, que hoy nos convoca en el marco de la VII FIL.
El responsable de todo esto es Carlos Rivera, periodista, escritor, animador cultural, y últimamente también editor. Él fue quien me hizo saber que, en primer lugar, sigue mi obra y, luego, informarme en qué círculos estudiantiles y profesionales se mueve; y él fue, finalmente, quien me planteó reeditar Cuarto de Hora…cuya primera edición apareció en el 2009 reuniendo una serie de ensayos, conferencias y disertaciones con las que he participado en congresos seminarios o publicaciones varias, dentro y fuera del país.
La presente reedición conserva los trabajos originales, siempre ubicados en las tres secciones que comprende el libro; es decir, cultura, comunicación y política, las tres áreas académicas en las que me siento más cómodo y en donde mayoritariamente he desarrollado mi trabajo sociológico. A esos “originales”, he sumado otros que, al igual que en la primera entrega, han sido antojadizamente seleccionados. Luego de eso, no he tenido más trabajo como sí ocurrió en la primera edición donde además de escribir, corregir, diseñar, y todo lo que implicar editar, tuve que hacer, incluso, de canillita, pues hasta la presentación de esta segunda edición, encargada a Juan Carlos Valdivia y al maestro Gonzalo Portocarrero, llegaron rauda e impecables, como suelen ser todos sus trabajos. Todo esto hace que hoy, al igual que ustedes, me sienta como un invitado, ya que además de la labor editorial y la presentación que hoy nos congrega y que ha sido enriquecida por los comentarios de Patricia Salas y Enrique Zavala, que me han hecho sentir como alguien importante, todo eso, digo, se debe al empeño de Carlos Rivera, a quien agradezco y responsabilizo por su incomprensible entusiasmo y confianza para que este libro reaparezca.
He de confesar que lo único que he hecho en esta ocasión es invitar a familiares, colegas, amigos y alumnos para que me acompañen, y como ya es costumbre, las reacciones siguen siendo las mismas; es decir, la del colega que desea que le preste el libro para fotocopiarlo, o la del alumno que, con ceño fruncido, me pregunta si le pondré 20 si lo compra; o la de la amiga que me manda un mail felicitándome no por el libro sino por mi espíritu romántico de seguir escribiendo con un final “¿para qué?” Todo eso me hace saber que las cosas siguen igual en el enclenque mundo académico de Arequipa; es más, solo enterarme de la resistencia de algunas autoridades, docentes y alumnos a la aplicación de la nueva ley universitaria, nos indica que poco o nada ha cambiado. Entonces la pregunta del mail sigue flotando “¿para qué investigar, escribir y publicar?” Algunas respuestas están en uno de los ensayos incluido en este libro, así como en otro que al alimón hicimos con Jorge Bedregal y otros que fuera publicado por la Universidad La Salle.
De las varias respuestas, destaco la del simple gozo que me produce el ejercicio intelectual de pensar o dejarme seducir por un tema, imbuirme en él, ordenar las ideas y transformarlas en blanco y negro. Todo es posible por el privilegiado ambiente o la envidiable vida que llevo actualmente, pues estoy seguro que zambullirme en ese ejercicio intelectual no sería posible si mis hijos, Fabio Enrique y José Alonso no estuvieran permanentemente incomodándome o pidiéndome que juegue con ellos. En ese sentido, debo agradecer al Ministerio de Educación y a Rovio, Pop Art y Mojang, pues entre interminables tareas escolares y juegos virtuales como Angry Birds, Plantas vs. Zombies y Maincraft, prácticamente mis hijos están secuestrados, situación que aprovecho para encerrarme en mi biblioteca. Pero quien corona y asegura mí privilegiada existencia y envidiable ambiente es Merly, mi esposa. Ella no sólo me cuida, alimenta y vela por la economía, sino se preocupa hasta del ruido que no debe perturbarme. Como verán, tengo el lujo de tener una esposa y una ONG a la vez. Hablando en serio, son a Merly, Fabio Enrique, Josué Alonso, a quienes dedico este libro, pues no sólo son mis besos chupones, sino que, junto a mi suegra, la señora Sara que me honra con su presencia, han logrado, especialmente en estos últimos meses que, literalmente, yo reviva. Gracias.