La prisión de Guillén
Dictan prisión domiciliaria por 6 meses a Juan Manuel Guillén por colusión desleal agravada. Esa fue la noticia que corrió como reguero de pólvora desde la noche del lunes y me imagino que muchos, como yo, se entristecieron, pues no sólo se trata del principal personaje de la vida política local de los últimos lustros, sino también de aquel que nos llenó de esperanza sobre la manera de cómo reconstruir la política: con honestidad y con la moral puesta en marcha.

XVI hasta bien entrado el XIX, las principales ciudades europeas se distinguían por el amontonamiento de basura y, consecuentemente, por el hedor reinante de sus principales calles y plazas. ¿Molestaba eso a la gente? No, al contrario; el enmierdamiento se convirtió, incluso, en un referente direccional a tal extremo que se opusieron tenazmente cuando las autoridades decidieron limpiar las ciudades.