Punto final
Punto final a la presidencia congresal de Ana María Solórzano que será tristemente recordada por una gestión marcada por los escándalos desde su propia designación, pues recordemos que logró el cargo por imposición o capricho nadinista que fracturó más su “partido” y, a partir de allí, lo único noticioso de su presidencia han sido los escándalos (el triángulo rosa que involucró a Patricia Robinson y Víctor Isla, la Ley Pulpin, el desafuero a Yobera y el caso de las billeteras Renzo Costa).
Así como le dio las espaldas al país, también lo hizo con Arequipa, pues junto con los otros cuatro congresistas locales, no hubo una postura firme en momentos cruciales como el de Tía María, pose totalmente contraria a cuando era candidata y junto a nuestro hoy mandatario, agitaban la bandera antiminera.
Vergüenza para los arequipeños que hace un año atrás se entusiasmaron con su elección y triste balance personal para alguien que se perfilaba como una promesa política local. Cuánta razón tenía Weber cuando advertía que el peor enemigo de los políticos, mucho más cuando son jóvenes, es la vanidad.