Estatutos de la UNSA a la deriva
Que ninguno se haya inmutado por la renuncia de Patricia Salas de la Asamblea Estatutaria de la Universidad Nacional de San Agustín, es una clarísima evidencia que a nadie, y mucho menos a la propia comunidad agustina, le interesa las reformas que podrían haberse hecho a través de la puesta en marcha de la nueva Ley Universitaria. Con la ausencia de Salas, la treintena de asambleístas que fungen de elaborar un nuevo estatuto, tienen ahora la cancha libre para plasmar lo que en realidad persiguen: dejar todo igual para continuar con la ineptitud y corrupción que son las dos principales fuerzas que dominan a esa universidad hace una veintena de años.