Domingo 7, eligiendo al nuevo chasco
El próximo domingo sabremos quiénes encabezarán el Gobierno Regional de Arequipa, tanto a nivel de su presidencia como vicepresidencia. El próximo domingo sabremos si optamos por el continuismo encabezado esta vez por la dupla Osorio-Cadenas, representando a Arequipa, Tradición y Futuro, o nos ilusionamos, aunque sea temporalmente, por la novedad, representada por la dupla Ismódes-Aguilar, representantes de Arequipa Renace.
La campaña de esta segunda vuelta ha sido tan magra, que no ha ayudado a definir claramente una intención de voto. Si nos atenemos a las encuestas, la dupla Osorio-Cadenas sólo ha logrado conservar la votación que logró en la primera vuelta, mientras que la otra dupla, Ismodes-Aguilar habría aumentado un poco más de 10 puntos. Lo más agitativo en esta aburrida segunda vuelta ha sido la intención del voto nulo o blanco, y hay quienes siguen soñando que podría alcanzar el 66% necesario para anular el proceso.
A pesar de lo opaca, esta segunda vuelta nos ha distraído de otro tema colateral al Gobierno Regional, me refiero a la situación actual de ese nivel de gobierno del que poco se ha hablado; es decir, cuál es la situación administrativa que dejará los 8 años de guillenismo, o dicho de otra manera, qué Gobierno Regional recibirá cualquiera que salga elegido el próximo domingo. Por lo que sabemos, lo que recibirá es un verdadero desastre, a nivel administrativo, financiero y organizacional.
Desde esa perspectiva, de ganar el continuismo; es decir, la dupla Osorio-Cadenas, poco o nada harán para intentar resolver esa bomba de tiempo. No les conviene hacerlo y saben que no podrán hacerlo, pues de lo que se trata es tapar todas las irregularidades ya descubiertas y denunciadas.
Todo lo contrario sucederá si gana la dupla Ismodes-Aguilar, pues ya han anunciado que ingresarán con todo un espíritu portereano para reorganizar y enderezar a ese nivel de gobierno estatal. La pregunta es si podrán hacerlo o cuánto les durará ese ánimo o esfuerzo, pues van a tener que lidiar con un sinnúmero de fuerzas e intereses que se mueven al interior del GRA. Eso vislumbra que los primeros meses de gobierno, estarán atravesadas por los paros y huelgas que provendrán de su interior. ¿Aguantará Ismodes? ¿Cuánto? Creo que seis meses. ¿Alguien le da más?
Con todo, viviremos esos seis meses con la ilusión que los problemas que atraviesa el GRA es solucionable y que, por fin, sabremos para qué sirve, cuán util ha sido para el ciudadano de a pié de nuestra región. Sólo por esos 180 días valdrá la pena apostar por Arequipa Renace. Por lo menos son 180 días, pues si miramos al otro lado, a Osorio, no es ni un solo día. Sé que al final nos desilusionaremos, será un chasco más en nuestra historia, pero cuál es la novedad, ¿esa no es la constante en la política nacional?