¿Y qué dirá Cerro Verde?

Estamos prácticamente a cinco meses de las elecciones que nos obligará a elegir a nuevas autoridades o reelegir a las que ya tenemos. A medida que nos acercamos al 5 de octubre, se calienta más el ambiente político, siendo tema de agenda  los cálculos y probabilidades acerca de quién se irá, entrará o permanecerá; es decir, quién o quiénes serán los nuevos rostros del poder arequipeño. En el juego probabilístico sólo estamos considerando a los personajes o piezas públicas, los que están en vitrina; sin embargo, sabemos que en ese juego también  actúan los que no dan la cara, los invisibles, que terminan siendo los que realmente manejan el poder. Son los llamados poderes fácticos.

La nuestra ya ha dejado de ser una región a desdeñar por dichos poderes. Si revisamos, por ejemplo,  el volumen de inversiones que se han hecho en los últimos años, o los que se vienen. Si repasamos los megaproyectos que están ejecutándose o los que vendrán específicamente para la ciudad de Arequipa, como el monorriel, entonces puede entenderse la razón por la que  dichos poderes también participen en esta justa electoral, pues al fin y al cabo, sus intereses materiales son más concretos que la mayoría de intereses nebulosos   de nuestros políticos.

Sobre este tema, si hay algo que agradecerle a nuestro alcalde provincial, es habernos señalado quién es el verdadero conductor de la ciudad; es decir, quién decide las principales obras, quién la llevará a cabo, en qué tiempo, con qué montos, etc. Nos referimos  a la empresa Cerro Verde, quien, a la vez, luce orgullosa ese título: ser el poder fáctico más importante de Arequipa.

 A ella se le suman otras empresas poderosas, la mayoría ligadas a la actividad minera, que forman esta especie de Grupo Bilderberg, que también ha sabido incorporar a intelectuales, empresarios locales e, incluso, a viejos y revoltosos dirigentes populares.

 ¿Querrá este grupo a Guillén o Zegarra nuevamente en el Gobierno Regional y Provincial, respectivamente? ¿Sus erradas , indecentes e inservibles gestiones, los calificará aprobatoriamente para seguir apostando por ellos con lo que mejor saben hacer (los financiamientos de campaña) ¿Entre esa dupla, no será mejor un tercero que ya se vislumbró; es decir,  Marco Falconi?

 De seguro,  las respuestas las conoceremos más  pronto de lo que creemos.