Dispersión de ideas
Me falta tiempo para asistir a todas las invitaciones que vienen haciéndome para participar de mesas redondas, conversatorios, desayunos de trabajo, seminarios, etc. en torno al futuro inmediato de nuestra región. No sé si es por la coyuntura electoral o porque hay una autentica preocupación por resolver los problemas más sentidos de Arequipa.
Hace poco, por ejemplo, estuve en Diálogo Sur, una iniciativa que reúne a instituciones como Care Perú, Labor y otras similares que vienen promoviendo reuniones de reflexión y análisis en torno al desarrollo sostenible y minería responsable. En estas reuniones asisten especialistas de diversas áreas, autoridades y líderes sociales para dialogar en torno a un tema en un ambiente de cordialidad y respeto a la diversidad de puntos de vista. Eventos similares hay por doquier y yo mismo estoy promoviendo otros bajo la égida de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, pues tengo como tarea para el presente año electoral, elaborar los nuevos acuerdos de gobernabilidad para el período 2015-2018.
Hay pues una dinámica intensa respecto al futuro mediato de nuestra ciudad, promovidos principalmente por la sociedad civil. Como ya es costumbre, los grades ausentes son las organizaciones políticas, pero seguramente se harán presentes a medida que se acerque o caliente el ambiente electoral. El problema que veo es la falta de articulación de estas iniciativas. No logro descifrar si es por falta de voluntad, estrategia institucional o un pedestre egoísmo que hace que estas iniciativas jueguen su propio partido sin pensar en la imperiosa necesidad de unir esfuerzos para no sólo fortalecer estas iniciativas, sino también para que sus conclusiones o decisiones realmente sirvan.
Hay pues allí un trabajo duro, pero a la vez fino por hacer ya que si bien estamos hablando de un mismo objetivo (la mejoría de Arequipa), unir esfuerzos para concretarlo no es tan fácil como uno se imagina.