Alejandro Toledo, nuestro ex presidente; el cholo sano y sagrado, según su esposa; el ejemplo de político limpio y decente, según varios intelectuales y analistas; y el adalid y reserva moral del país, según él mismo, está envuelto en un lío que lo pinta de cuerpo entero, y, de paso, a casi toda la clase política nacional; es decir, la del político farsante.
El sector administrativo de la UNSA se ha declarado en huelga indefinida. El año pasado hicieron lo mismo, pero pocos o nadie se dio cuenta de su protesta; es más, la universidad, por la parte académica, funcionaba mejor sin ellos. Tal vez por eso, para que su protesta se haga sentir, ahora decidieron tomar los locales para el gozo casi vacacional de profesores, estudiantes y… administrativos.
Los dirigentes populares arequipeños y los alcaldes, encabezados por el presidente regional; es decir, sus patrones, decidieron que hoy, Arequipa paralizaría por veinticuatro horas. El motivo: la reducción del canon minero. Dicen ellos que dicha disminución “afectará gravemente las obras que piensan realizar”. Inmediatamente la población se pregunta ¿cuáles obras?, pues todos saben que al día de hoy, hay por lo menos 400 millones de soles por canon que, como otros años, tendrán que ser devueltos a Lima, sencillamente porque no se invirtieron.
