Paro por canon
Los dirigentes populares arequipeños y los alcaldes, encabezados por el presidente regional; es decir, sus patrones, decidieron que hoy, Arequipa paralizaría por veinticuatro horas. El motivo: la reducción del canon minero. Dicen ellos que dicha disminución “afectará gravemente las obras que piensan realizar”. Inmediatamente la población se pregunta ¿cuáles obras?, pues todos saben que al día de hoy, hay por lo menos 400 millones de soles por canon que, como otros años, tendrán que ser devueltos a Lima, sencillamente porque no se invirtieron.
Lo más curioso es que esos mismos dirigentes populares, ahora sí solos, sin sus patrones, son los mismos que luego declaran paralizaciones y protestas callejeras llenas de violencia para evitar las inversiones mineras. Son los mismos que se desgañitan contra Conga y se han cortado las venas contra Tía María, entre otros proyectos. Para protestas de ese tipo, los patrones de esos dirigentes populares; es decir, alcaldes y presidentes regionales, no salen en vitrina porque saben que el canon constituye uno de sus principales ingredientes presupuestales, quizá el más importante luego de los otros componentes como son el Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), el Vaso de Leche, la renta de aduanas, etc.
Aunque se advirtió desde hace unos años que el canon se reduciría, puesto que éste no es un monto fijo ya que depende mucho de los precios internacionales o del nivel productivo de la empresa minera, recomendando a las autoridades locales y regionales tomar las precauciones del caso, éstos recién han puesto el grito al cielo porque para este año tal reducción se concretó de manera abrupta, pues son 17 las regiones del país que han sido afectadas y entre ellas destaca Arequipa con el 43% menos. Hay que recordar, también, que se advirtió de las deficiencias en la administración y el mal uso del canon. Nuevamente, nuestras autoridades miraron al techo en lugar corregir los errores.
El asunto es que hemos llegado a una situación que parece no tener retorno, porque el propio gobierno ha reconocido el arribo del período de las “vacas flacas” de nuestra economía, influidas no sólo por el entorno internacional, sino también por el deficiente manejo que se ha tenido del sector minero. Otro elemento que parece no tener retorno es la mejor capacidad que se le reclamó a las autoridades para el uso y gestión de este recurso, pues mayormente se la ha usado para cementar sus respectivas localidades, pero como se demostró en un estudio que haces unos años hizo CAD (Ciudadanos al día), ni siquiera se trataba de un cemento productivo (colegios, sistemas de riesgo, etc.) sino meramente decorativo (coliseos, edificios municipales, etc.). Ni siquiera, las propia universidades públicas, que también se benefician con el canon, han demostrado capacidad en su uso.
Por estas razones, causa risa y no apoyo que sean los alcaldes y el presidente regional los que agiten un paro regional reclamando algo que no saben usar o usan mal. Por eso será que la medida de protesta que organizaron hoy, terminó siendo un total fracaso porque la población leyó el entrelineado del paro; es decir, no se trataba de luchar por reivindicar algo justo para el beneficio de la región, sino que de lo que realmente se trataba era medir las fuerzas para el escenario electoral que ya está a la vuelta de la esquina. Así de sencillo.