Sin Fronteras
Un verdadero remezón es el que ha experimentado en estos días el mundo de los medios escritos. Como sabemos, Washington Post, uno de los diarios más influyente de Estados Unidos, ha sido rematado porque, sencillamente, no podía seguir perdiendo dinero. Lo ha comprado Jeff Bezos, un millonario conocido mundialmente por ser dueño, entre otras empresas, de Amazon.com, sí ese portal que ha revolucionado el negocio del comercio electrónico (perjudicando gravemente la tradicional venta por menor en todos los rubros comerciales), el mismo que ha revolucionado la manera de comprar, almacenar y leer libros electrónicos (perjudicando también a la tradicional industria editorial y, de paso, a las librerías).
En nuestro país, estos días hemos visto como una de las principales empresas informativas, Epensa, propietaria entre otras del influyente diario Correo, ha sido absorbida por el grupo de El Comercio. Aunque este caso no se trata, aparentemente, por problemas económicos, igual nos hace pensar de la crisis de los medios masivos de comunicación, pues desde hace años el crecimiento de las TICs ha puesto en jaque a los tradicionales medios masivos, siendo ya habitual la información acerca del cierre o desaparición de revistas, semanarios, diarios, etc.
Es decir, todo nos indica que el negocio de las noticias en papel no rinde; mucho menos en una ciudad como Arequipa. A pesar de ello, hemos visto con sorpresa la aparición de un nuevo diario con un excéntrico nombre: Sin Fronteras. Aunque, como es lógico, se anuncia como diferente, basta ver su composición de personal para darse cuenta que es heredera del diario Correo, al extremo que prácticamente la copia; es decir, más de lo mismo que a lo largo del mes de aparición, ha empeorado.
¿Cómo entender, por tanto, la aparición de un nuevo diario en nuestra ciudad? Creemos que eso sólo se concibe si es que lo ligamos a la actual coyuntura; es decir, al escenario electoral que se avecina y que hará que Sin Frontera se sume al abanico de nuevos medios que aparecerán mientras duren las elecciones. Lo más probable, es que luego se esfumarán sin que nadie de cuenta de ello, a menos que los nuevos proyectos periodísticos, en especial el de Sin Frontera, escape de esa fórmula esencialmente coyunturalista y apueste por convertirse en el diario realmente representativo de la nueva Arequipa que viene emergiendo.