¿Y los límites internos?

Con cierta algarabía ha sido recibida la primera argumentación oral hecha por la parte peruana ante el Corte Internacional de Justicia por el diferendo marítimo que tenemos con nuestro vecino del sur. Me parece interesante ese sentido de unidad nacional que se ha creado para defender la tesis peruana para lograr un resultado que nos beneficie, poniendo punto final al problema limítrofe que tenemos con Chile. Sin embargo, creo que de esta experiencia puede sacarse muchos más resultados.

Uno de ellos, por ejemplo, es la de usar este juicio internacional para enseñarle a nuestra población, y principalmente a muchos de nuestros líderes o políticos nacionales, cómo se resuelven los problemas de limitación territorial que compromete a todo el país, pues el 92% de nuestra provincias y el 80% de los distritos del Perú carece de límites claros. Es decir, casi nadie sabe, y menos nuestras autoridades, dónde empieza y termina su territorio, generando un sinfín de conflictos que cada día tienden a agudizarse.

Vemos y sufrimos con mayor frecuencia, que esos conflictos de limitación territorial se resuelven a punta de patadas y pedradas, que se hacen más violentas cuando dichas delimitaciones están atravesadas por la obtención de recursos económicos, vía presupuesto o canon minero que reciben los distritos y regiones.

Existe en la actualidad la Ley de Demarcación y Organización Territorial, así como la Ley de Incentivos a la Integración y Conformación de Regiones que buscan solucionar estos problemas, así como estimular su integración para facilitar el proceso descentralizador del país que, entre otras razones, está truco por estos problemas de limitación territorial.

Ojalá que nuestra población y sus líderes políticos vean en el caso de Perú y Chile en La Haya, la forma cómo se resuelven esos conflictos: con las armas de la argumentación y la búsqueda de justicia, y no con las pedradas y trompadas. Desde esa perspectiva, ojalá que después de resolver el problema de los límites externos que tenemos con Chile, el gobierno humalista se anime a resolver los problemas de los límites territoriales internos que tenemos en casa. Ojalá.