Después del 5 de junio
La pobreza política y mentecata de nuestra sociedad no sólo se refleja en el hecho de haber permitido que dos impresentables lleguen a la segunda vuelta para disputarse entre ellos el gobierno para los próximos cinco años (a punta de insultos, sandeces y no de propuestas), sino también en que hemos llegado al punto de que la mitad de cada país que representan ambos candidatos, creen que con su “líder” se iniciará la “gran transformación con honestidad” o el país tendrá “seguridad y oportunidad para todos”.