Megamente

Nuevamente los creativos de Dream-works nos entregan la historia de un antihéroe; un villano de duro corazón que, como siempre, querrá destruir o por lo menos gobernar el mundo para hacer de él lo que le plazca. Sin embargo, ese rufián descorazonado,de cabeza azulada y agigantada, termina siendo un auténtico pan de Dios (justamente para sintonizar, además, con el ambiente navideño que ya vivimos).

Es decir, Dreamworks, retoma la idea que ya nos presentó en su anterior entrega, “Mi villano favorito”, resaltando el carácter áspero, insensible y supuestamente malvado de personajes que están atravesados por la soledad e insatisfacción. En esta ocasión, la presencia de Megamente se recrea a través de varios héroes ya famosos del cine y a uno en especial, haciéndolo a través de una historia que alude directamente al nacimiento de Superman. Contrario a este héroe, Megamente no tiene la suerte de caer en medio de una familia campestre y acomodada que lo recibe y cría como a un verdadero hijo, sino que cae en medio de la cárcel y allí aprende todo lo que un verdadero villano debe aprender. Humor negro que sirve para presentar a otro tipo de héroe; el diabólico que terminará conquistando nuestros corazones, principalmente de los más pequeños.

Otra película que podrán disfrutar tanto grandes y chicos, con muchos momentos hilarantes y, como es de esperarse para no perder el siempre recurrente juego dicotómico ente el bien y el mal, buena dosis de moralina para que los niños de la casa esté preparados para recibir su Noche Buena.