Eclipse

Sin ninguna entrada interesante esta semana, y básicamente para escribir mi columna semanal de El Búho, no quedó otra que ver la tercera parte de la saga, basada en los best seller de Stephenie Meyer que se inició con Crepúsculo, Luna nueva y ahora Eclipse (el cuarto libro titula Amanecer y la autora amenaza con una quinta novela, misma JK Rowling).

Como en las dos anteriores, esta tercera parte nos sigue entregando más de lo mismo: bellos adolescentes que se debaten entre la virginidad y la lascivia. Lo curioso es que estos efebos no son cualquiera sino seres fabulados o mitológicos, pues son vampiros y hombres lobos batiéndose por una pueblerina que es humana de verdad. Aunque parezca absurdo, esa es la trama de la cinta que tiene un añadido: la manzana de la discordia (Bella), la pueblerina de permanente mirada perdida, no termina de decidir entre convertirse en vampira para estar con Edward, o transformarse en mujer loba para apachurrarse en los bíceps de Jacob.

A diferencia de las dos anteriores, ésta contiene más escenas de violencia (la lucha entre lobos y vampiros), más efectos computarizados, y también más tiempo de duración usada por diálogos intrascendentes entre los protagonistas y sus respectivas familias.

De hecho, esta tercera parte ya es un boom taquillero, mantenido principalmente por adolescentes que han encontrado en esta saga una nueva forma de calmar sus calenturas y recrear el amor romántico tan venido a menos en estos tiempos de “choque y fuga”.